Las mejores piscinas naturales de Tarragona para refrescarse este verano
Estas son las 10 mejores pozas del Montsià, la Terra Alta, el Baix Camp, la Conca de Barberà i el Priorat

El Niu de l’Àliga, en Alcover, en el Baix Camp.
Se acerca el verano y muchos ya empìezan a pensar en los rincones más adecuados para refrescarse en Tarragona cuando el calor apriete más. Nuestra provincia tiene escondidas diez auténticas joyas naturales donde el agua corre fría, clara y enmarcada por montañas, bosques y caminos que ya por sí solos merecen la excursión.
Aquí va una lista de pozas y piscinas naturales, ideales para aquellos que prefiean el interior a la costa, o simplemente quieran cambiar el chiringuito por la mochila, y las chanclas por zapatillas.
MONTSIÀ
1. Toll dels Arenals (La Sénia)
La Sénia, en la frontera con el País Valencià, esconde esta joya poco conocida. El camino para llegar ya vale la pena, siguiendo el curso del río entre vegetación espesa y pequeños saltos de agua. Si te van las rutas con ambiente salvaje y sin tanta gente, este lugar es para ti. También se puede aprovechar la visita para conocer el antiguo aeródromo de la Guerra Civil que alberga la población.
TERRA ALTA
2. La Fontcalda (Gandesa)
Esta zona es un clásico. Escondida en un valle entre montañas, a medio camino por la Vía Verda de la Terra Alta, te espera una poza formada por el río Canaletes. Lo curioso es que el agua brota a unos 28 grados, con propiedades minerales que ya usaban en antiguos balnearios. Además del baño, puedes visitar la ermita del siglo XIV y echar un vistazo a bodegas o restos íberos por la zona. Plan completo.

El puente y el santuario de la Fontcalda, en una
3. Olles de Baubo (Horta de Sant Joan)
También en el Canaletes, pero más cerca de Horta, estas pozas están rodeadas de paisaje montañoso y caminos fáciles. Algunas son poco profundas, otras bastante hondas (más de 10 metros), y el entorno es perfecto para pasar el día con tranquilidad. Se puede llegar por la Vía Verda o desde caminos más cortos si no te apetece la caminata larga.
4. Toll del Vidre (Arnes)
El nombre lo dice todo: el agua aquí es tan transparente que parece cristal. El lugar se ha hecho bastante conocido, así que en verano hay regulación de acceso. El río Algars forma una pequeña cascada entre paredes de roca, en un entorno natural donde la sombra de los pinos se agradece. Ideal para pasar un día entre Arnes y Horta de Sant Joan. Y si hay mucha gente, siempre queda el Toll Blau, también en la localidad de Arnes. Muy recomendable.

El Toll del Vidre, en el municipio de Arnes.
BAIX CAMP
5. Niu de l’Àliga (Alcover)
Una de las pozas más famosas de Tarragona, y con razón. Se llega tras una caminata muy bonita por el valle del Glorieta. El agua cae en cascada desde pozas más arriba, y el sitio tiene ese aire de cuento de hadas. Ojo: el acceso está regulado y en verano hay que pagar por aparcar.
6. Toll de l’Olla (Farena)
Este rincón del Brugent es uno de los más accesibles. Tras un corto paseo desde Farena —un pueblecito de postal— llegas a dos piscinas de agua profunda. La gente suele tirarse desde las rocas, y el ambiente es tranquilo. Si te quedas con ganas, río arriba está el Toll de la Manugra, más escondido pero igual de bonito.
7. Els Gorgs de La Febró (Montañas de Prades)
Entre las montañas de Prades se encuentra este trío de charcas —el Gorg, el Gorguet y la Gorguina—, todas de fácil acceso. En verano el sitio se llena, pero el entorno lo compensa: saltos de agua, sombra, y una ruta muy llevadera para pasar el día entre baños y caminata. Además, las montañas de Prades son uno de los espacios naturales más recomendables para visitar de toda la provincia. Y con unos cielos estrellados por las noches que quitan el sentido.

Salto de agua del Gorg de La Febró.
8. Font de la Lludriga (Capafonts)
Este lugar marca el nacimiento del Brugent, y llegar allí es una pequeña aventura. Caminando entre bosques y pozas como Les Tosques, se accede a esta fuente natural y otras charcas cercanas. El paisaje está salpicado de barrancos y cuevas, como la de las Grallas, para quien quiera algo más que remojarse.
CONCA DE BARBERÀ
9. Toll de l’Esqueix (El Pinetell)
En la zona de Montblanc, esta poza es menos conocida, lo que significa más paz. Eso sí, el acceso es un poco más exigente, aunque nada peligroso. El camino atraviesa puentes de madera y lleva hasta un mirador espectacular, la Roca del Lloro, antes de bajar a la poza.
PRIORAT
10. Tolls de Siurana (Siurana)
En uno de los pueblos más bonitos de Catalunya y cerca del pantano del mismo nombre, se esconden tres pozas conectadas: la Banyera, el Forn y la Palla. Esta última tiene una cascada que la hace muy popular. Ideal si quieres darte un baño después de visitar el pueblo o hacer una ruta por la zona.