Carles Francino: “Me hace ilusión promocionar Mont-roig por toda España”

El periodista Carles Francino (Barcelona, 1958) vuelve a Tarragona, donde tiene a familiares y amigos, para hacer su programa La Ventana desde Mas Miró. El catalán rendirá homenaje a la obra de Joan Miró y a Mont-roig del Camp en una emisión, de 16 a 20 horas, que contará con la presencia de público.

¿Había tenido la oportunidad de visitar Mas Miró antes de hacer el programa?
No, y es una vergüenza porque hace veinte años que tengo casa en Mont-roig. Tengo casa en Bonmont y nunca he estado en Mas Miró. Es una vergüenza pero estoy contento porque podré rehacerme de no haberlo visitado nunca. Mira que he estado en Mont-roig, he conocido el pueblo y nunca he estado allí. Conozco el cuadro de Miró, ‘La Masia’, he visto exposiciones de Miró por todos lados, incluso cuando empezaba a trabajar en Ràdio Popular de Reus pude hacer un par de preguntas a Miró.

¡Qué me dice!
Sí. Si él murió en 1983 esto debía ser sobre principios de los 80. Fui con un casete de aquellos que eran como una caja de herramientas y le hice dos preguntas, él ya estaba muy viejo, recuerdo que iba en silla de ruedas, y abría una exposición en el pueblo. Conozco su historia de los veranos que pasaba en Mont-roig, de las excursiones que hacía a la playa con el carro…Todo esto lo conozco y no he estado nunca en Mas Miró. Así que tengo una ilusión enorme, de verdad. Además me hace ilusión promocionar Mont-roig por toda España, es un pueblo ‘collonut’.

Debía ser un honor entrevistar a Joan Miró cuando empezaba en el periodismo.
Sí, cosa que en aquel momento no te haces a la idea. Después, con el paso del tiempo, es cuando dices ‘ostras, he tenido la oportunidad de estar al lado de este hombre tan grande’.

¿Cómo será el programa de hoy?
Mi idea es abrirlo justo en la placa que hay donde Miró plantaba el caballete. También entraré en su taller y hemos preparado un reportaje con niños sobre cómo se les enseña la obra de Miró. Además la pintura de Miró, cuando a los niños se les intenta acercar al dibujo y pintura, es una de las primeras cosas que se les enseña por el tipo de colores y textura. Tengo una niña de 9 años que es muy aficionada a la pintura y al dibujo y ya le han puesto láminas de Miró. También me hace ilusión por otra cosa. Y es que el programa La Ventana da una prioridad destacada a todo aquello que tiene que ver con la cultura: arte, cine, teatro, literatura, música…Es una parte fundamental de las cuatro horas de radio que hacemos cada tarde. Además tenemos a Miquel del Pozo, arquitecto de Girona que tiene un nombre acojonante en el mundo del arte y es un apasionado del arte, lo explica de manera extraordinaria y hoy lo explicará a toda la audiencia. Por lo tanto hay muchos motivos por slos me hace ilusión este programa. Y otro motivo añadido, que hace muchos meses que no veo a la familia y que tenía que venir en Semana Santa pero volví a contagiarme de covid, por si no había tenido suficiente. He estado toda la Semana Santa encerrado en casa y me frustró el viaje a Tarragona.

¿Cuál es su objetivo con el programa?
Entrar en el universo de Joan Miró. Que los oyentes conozcan su historia, la historia del cuadro de ‘La Masia’, que es muy curiosa porque que se inició aquí y se finalizó en París. Era un cuadro que nadie quería y que de repente le propusieron que lo vendiera por piezas y él dijo que ni hablar. Y se ha convertido en una de las obras más simbólicas de su trabajo. Hablaremos de la relación de la filosofía y el arte y estrenaremos una canción que el nieto de Joan Miró, que es músico, le ha dedicado.  También intentar transmitir a través de la radio las sensaciones que da estar en este escenario, creo que es una cosa fantástica. Es el tema central del programa y estaremos centrados en la actualidad y en la guerra. Siempre repito que la principal vacuna, el gran antídoto contra la barbarie, es la cultura. Poder hablar de arte en un momento en el que las noticias que damos a menudo son desgracias creo que es una manera des destensar el ambiente y de tocar una tecla de alegría y buen rollo. Hacer un programa de radio público es muy curioso. La radio es imaginación. Que te expliquen cosas que no ves y te las imaginas. Poner cara a los oyentes y que ellos nos lo pongan a nosotros es un fenómeno muy curioso. Me lo paso muy bien cuando hago programas de cara al público. La radio es una relación de piel, de mucha complicidad, sentimientos….

Grandes han sido sus últimos datos de audiencia. Supera el millón de oyentes y lidera la tarde.
Es verdad que desde hace mucho tiempo en ‘La Ventana’ tenemos un liderazgo muy consolidado. Lo que más me importan son las sensaciones y vibraciones, dentro y fuera de la radio. Tenemos una gran fortuna porque en Catalunya y España se hace muy buena radio y que la gente te elija a ti da satisfacción y también responsabilidad.

Inició su trayectoria aquí en Tarragona. ¿Cómo recuerda aquella época?
Primero trabajé en Ràdio Tarragona haciendo un programa de música los sábados por la tarde y daba los resultados de fútbol los domingos por la noche. Después ya fue Ràdio Popular de Reus y después Ràdio Reus. Allí lo aprendí todo. Lo que he aprendido en la radio local es lo que después he aplicado. Y no me ha ido mal del todo. Aquí me enseñaron los fundamentos básicos del oficio que son: curiosidad, honestidad, ganas de trabajar y saber qué es el periodismo. La información local es igual que la política local, es el más agradecido y exigente. Tienes un retorno inmediato de tu trabajo. La información local es la base de todo.

¿Cuándo empezó, llegó a pensar que se convertiría en un periodista radiofónico referente?
En la vida creo que no se pueden hacer planes. SI hace unos años me llegan a decir que volvería a hacer radio y a Madrid cuando estaba en TV3 hubiese dicho ‘¡pero qué dices! En la vida no se puede hacer planes, tienes que ir día a día, ser honesto contigo mismo, en el trabajo y en la vida en general y esperar a que lleguen las cosas. Nunca he tenido objetivos de manera concreta. Las cosas me han ido viniendo.

Pasó de Tarragona a Madrid, luego Barcelona y volvió a Madrid. Fueron años intensos en los que trabajó tanto en radio como en televisión.
Donde vayas puedes aprender. El periodista que un día se levante pensando que lo sabe todo, ha empezado a cagarla. Yo cada tarde aprendo un montón de cosas. Hoy seguro que aprenderé cosas de Joan Miró que no sabía. Esto es lo básico de un periodista, tener curiosidad. Y en estos más de 40 años de carrera lo que he aprendido es a reafirmarme en que se debe tener claro qué es el periodismo, que son las ganas de explicar cosas que a la gente le puedan interesar y hacerlo de una manera honesta e intentarlo ver desde todos los puntos de vista.

Tuvo el reto de sustituir a Iñaki Gabilondo, ¿cómo fue ese momento?
Siempre digo que no lo sustituí, sino que ocupé su sitio, que es diferente. Y eso lo dije antes de ir a Madrid. Estaba cagado. Dije que no dos veces. Estaba bien en TV3, la gente aquí me conocía. Pero tuve mucha curiosidad de ver qué podía ser esta oportunidad. Fueron unos momentos muy difíciles, el aterrizaje en Madrid y la responsabilidad de ponerse delante de este tren al principio me pesó, pensé que la había cagado. Las pasé canutas, fue un reto muy grande porque Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo en la historia de la radio, juegan en otra liga. Es absurdo buscar comparaciones, mejor tenerlos como referentes.

¿Echa de menos la tele?
No, pero cuando estaba en la tele tampoco echaba de menos la radio. Me han propuesto volver pero prefiero dedicarme a una cosa. Pero tampoco descarto volver algún día.

Me decía antes que había vuelto a tener covid. La primera vez acabó en el hospital.
Sí, en una semana ingresamos mis suegros y yo. Y mi mujer y mis niños pequeños enfermos en casa. En una semana su padre murió, su madre casi, estuvo dos meses en la UCI y salió de milagro y yo también estuve a punto de morir. Sufrí un ictus que ni me enteré. Fue muy fuerte. De hecho mi mujer hace un año que está de baja porque tiene covid persistente. Lo vamos gestionando como podemos, no es fácil. Esta segunda vez solo lo hemos pasado mi mujer y yo.

¿Cree que se ha hecho una buena gestión de la pandemia?
Es imposible que haya sido buena porque era todo nuevo y complejo. Era imposible acertar siempre. No creo que se haya hecho tan mal como a veces criticamos, ni a nivel de gobierno español ni a nivel de gobierno catalán. Creo que los políticos y autoridades sanitarias lo han intentado hacer sobre la marcha. Si que se podían haber hecho cosas mejor, segurísimo. Pero creo que también debemos ser generosos con la crítica, ha sido un reto muy bestia a nivel sanitario, social y económico. Y sobre todo, y muy importante, entender qué ha pasado.

Parece que hay gente que ya se ha olvidado.
Hay gente que se ha olvidado y no podemos olvidar de ninguna de las maneras que la sanidad pública está infradotada, infrafinanciada y no nos puede volver a pasar. La sanidad es fundamental en un estado de derecho, no puede ser que se quede coja, que se queden los centros de atención  primaria con la mitad de médicos, que no se suplanten las bajas. La sanidad pública necesita una mayor dotación y que cuidemos a sus profesionales que han currado mucho y siguen allí.