Harry Potter y el universo de John Williams

«La banda sonora de Harry Potter tiene un lugar destacado en la producción de John Williams. Tiene personalidad propia. Al escuchar su inicio te das cuenta de que la música te adentra en un mundo nuevo, de misterio y aventuras. Williams introduce al espectador en el mundo Harry Potter como nadie lo habría hecho mejor», afirma Grau.

El compositor neoyorkino cumplió 90 años el pasado 8 de febrero. Otra fecha que conmemorar. Es el padre de melodías inolvidables de cintas como Tiburón, Star Wars, Indiana Jones, E.T., Jurassic Park o Hook, obras que también sonarán en este recital.

«John Williams es un genio, un compositor que escribe tanto para películas como también música de concierto. Creó un lenguaje propio que se puede distinguir de los demás con solo escuchar unas notas. Después de toda una vida componiendo bandas sonoras tiene una producción increíble», comenta Grau, que destaca algunas que no sonarán en el Palau Firal i de Congressos, como Solo en casa, Encuentros en la Tercera Fase, Dracula, JFK, Salvar al Soldado Ryan o Memorias de una Geisha.

El director de la orquesta tarraconense asegura que interpretar temas de este calibre es complicado, pero fácil a la vez. «La parte buena es que tocamos las partituras originales de la John Williams Signature -su editorial-, y es su música original, compuesta por y para orquesta, muy bien instrumentada y donde es fácil que la orquesta luzca. Por otro lado, hay mucho trabajo de voces interiores y de temas escondidos que se tiene que trabajar para poder mostrar al público, así que siempre es un reto dirigir y tocar música de John Williams a la vez que es muy placentero tanto para la orquesta como para el público».

El repertorio es para todos los gustos y edades. Sin filtros. «La música es tan buena que gusta a los melómanos; a los cinéfilos les recuerda sus películas y momentos favoritos; a los adultos les recuerda tanto las películas de toda la vida como las actuales y los niños y jóvenes lo asocian a películas que han visto hace poco, como Harry Potter o Star Wars», cuenta el director de la orquesta.

«Un personaje más»

A él le evoca Flying Theme de E.T., de la mítica escena con la bicicleta volando junto a una enorme luna llena. «La vi en el cine cuando tenía 6 o 7 años y me encantó».

Queda claro que la música y el cine se retroalimentan. Son inseparables. «Un buen ejemplo es Psicosis de Alfred Hitchcock: nadie imagina la escena central de la película sin ese suspenso que crea la música. La música ayuda a poner en situación con anterioridad a lo que el director va a mostrar. Refuerza la imagen y es como un personaje más, muchas veces hasta como un narrador del guion. Para mí, es un elemento indispensable en cualquier buena película», concluye Grau.