Jöel H. Prévost, escritor: «Los premios pueden servir para descubrir nuevos talentos»

El autor tarraconense Jöel H. Prévost (1992) sigue cosechando éxitos con su novela El Cazador de Mariposas (Universo de Letras). De hecho, le ha merecido una medalla de oro en los International Latino Book Awards.

¿Qué significa para usted este reconocimiento?

Pues muchísimas cosas, pero, sobre todo, para mí, significa que El Cazador de Mariposas es una buena obra, que no tiene nada que envidiarle a ninguna otra, y que es capaz de enamorar a la crítica especializada y cautivar a lectores de cualquier parte del mundo. Esa idea, de hecho, me parece extraordinaria porque creo que transmite a la perfección lo que es para mí la verdadera esencia de la literatura: el arte de narrar historias que conecten a toda clase de personas. Todo eso, evidentemente, es una grata sorpresa y la confirmación de que como escritor tengo potencial y una voz que cuenta historias que el mundo quiere oír. Así que, ser reconocido con una medalla de oro en los International Latino Book Awards es un hito que me emociona y me hace sentir muy realizado.

«Estoy seguro de que hay grandes autores que nunca ganarán un premio, quizás ni siquiera se presenten a concursos, ya que, al tener el favor del público, tal vez no lo necesiten»

¿Qué destacaron los miembros del jurado?

Me comunicaron es que era una obra muy intensa, emocionante, con giros que no se ven venir y un final impactante. Y, sobre todo, destacaron que estaba llena de acción y suspense muy bien traído, y que por momentos casi parecía que estuvieran leyéndose una película. En mi opinión, ese es un cumplido difícil de superar, y más aun teniendo en cuenta que al escribir la novela busqué justamente eso: el dinamismo y la narrativa de la ficción cinematográfica. Vamos, que parece ser que fue un objetivo sobradamente cumplido. Por otro lado, también destacaron que estaba muy bien escrita y que se leía muy ágilmente a pesar de sus muchas páginas.

¿Considera que premios como este contribuyen a enaltecer el talento joven?

Creo que depende. Los premios son un gran aliciente y, además, cuando son importantes como estos, siempre son garantía de cierta calidad. En mi opinión, los premios pueden servir para descubrir nuevos talentos, consolidar carreras que todavía no se han asentado del todo y, sobre todo, ayudar a los lectores a decidirse sobre las obras por las que apostar. Al fin y al cabo, si una obra gana un premio importante, como mínimo, el lector sabe que tendrá un libro decente y que no se encontrará con una obra amateur. Que le gusté la obra, finalmente, ya es otro cantar, y depende mucho de la conexión que desarrolle el lector con la obra y de sus propios gustos.

«El premio es una grata sorpresa y la confirmación de que como escritor tengo potencial y una voz que cuenta historias que el mundo quiere oír»

¿Son necesarios los premios para afianzar una trayectoria?

Creo que son importantes, pero no determinantes. Estoy seguro que hay grandes autores que nunca ganarán un premio, quizás ni siquiera se presenten a concursos, ya que, al tener el favor del público, tal vez no lo necesiten. Puede pasar también al revés, que uno gane premios y, al final, la trayectoria no acabe de cuajar. En esto de los libros influye mucho la suerte y es todo bastante impredecible. Pero, sí, sin duda los premios ayudan a mantener vivo el sector, fomentan una competitividad sana, dan caché a obras y autores y, en definitiva, suman para el currículum de cualquier autor. Puestos a elegir, mejor tener un premio que no tenerlo.

¿Opina que el galardón es un ejemplo de que no hay que perder la fe en el trabajo bien hecho?

Sí y no. En mi opinión lo malo que tienen los premios en general es que solo proyectan el éxito del momento y no el trabajo que ha habido detrás. Por eso soy receloso de usar la palabra ‘fe’, ya que, en ocasiones, uno puede creer mucho en su proyecto y no conseguir nunca nada con él. De hecho, no sé de nadie que haya logrado grandes éxitos sin haber fracasado antes varias veces. Forma parte del proceso y, a mi entender, más que de fe de lo que se trata es de esfuerzo, de saber escoger bien tus batallas, de conocerte bien a ti mismo y tus talentos y, también, por crudo que suene, de saber cuándo desistir y reorientarte a otro proyecto. Pero, claro, algo de confianza en uno mismo también debe de haber, y es importante, siempre que no te impida avanzar y ver la realidad.

«Para mí es inconcebible no tener siempre un proyecto entre manos»

¿Qué cualidades tiene como escritor?

Supongo que inquieto, curioso y muy versátil. Ahora estoy muy metido en el género policial, supongo que por formación académica -tengo estudios relacionados con la criminología y las ciencias forenses-, pero no es lo único que me interesa y, ni siquiera es el género por el que empecé. Básicamente, creo que soy un escritor que sabe encontrarle el punto a diversos temas y que, aunque esté mal que me lo diga yo mismo, tiene el suficiente valor como para arriesgar con propuestas nuevas y diferentes. Eso y, por supuesto, una máquina incansable e insaciable de escribir. Para mí es inconcebible no tener siempre un proyecto entre manos, ¡qué le voy a hacer!.

¿En qué proyectos literarios está trabajando actualmente?

Pues, no quiero hacer muchos spoilers para no arruinarle la futura sorpresa a mis lectores, pero, básicamente, estoy trabajando -y esto estaba previsto incluso antes de que se publicara la novela- en dos obras más que expandirán el universo de El Cazador de Mariposas. Vamos, que todavía hay mucha tela que cortar y mucho mundo del crimen que desentrañar. Eso sí, lo que ya adelanto es que cuando acabe con este macroproyecto descansaré de los policiales y me arriesgaré con dos proyectos históricos a los que les tengo muchas ganas: Leyendas de Ultramar y El guardián del tiempo.

El autor tarraconense Jöel H. Prévost. foto: cedida