La película ‘L’Espill’, de Mario Pons, nominada en el festival de Montreal

La película L’Espill, del director de L’Ampolla Mario Pons, sigue coleccionando reconocimientos. Acaba de ser nominada en el festival de cine independiente de Montreal (MIFF), en Canadá, en la categoría de mejor filme experimental. Se trata de uno de los certámenes más destacados para proyectos emergentes: de las 900 propuestas que ha recibido en esta edición ha seleccionado 180, que proyectará en el Cinema du Parc de Montreal y también online del 23 al 26 de marzo de 2023.

Mario Pons, además, recibió recientemente el Premi d’Honor por su trayectoria en el Memorimage de Reus y el galardón a mejor dirección en el Five Continents International FIlm Festival de Venezuela. L’Espill también fue seleccionada en el Rencontres Cinémaginaire de Argelers (Francia), en la Mostra Mónfilmat de Amposta, el Som Cinema de Lleida y el International Film Festival de Buenos Aires (Argentina).

«Estamos de enhorabuena, la película está teniendo una distribución bastante importante. Casi todo lo hago yo y está dando sus frutos», explica Pons, que lleva más de veinte año produciendo documentales.

L’Espill, estrenada en 2022, trata del conflicto entre nacionalismos, desde el punto de vista de los nietos del exilio que vuelven a la Catalunya posterior a las sentencias del procés, para recuperar la memoria histórica familiar de la represión en la provincia de Tarragona después de abril de 1939. «Hace un análisis antropológico del actual franquismo sociológico a través de las imágenes de archivo del pasado, pero también analizando la nueva realidad postpandémica desde el viaje interior de Hilaire Arasa –actor protagonista que narra su propia vida–, de regreso a su primer amor de adolescencia», afirma Pons.

El martes, en Montblanc

La cinta se proyectará el próximo martes, a las 18.00 horas, en el Casal Montblanquí de Montblanc, con la presencia del director, que después de la sesión interpretará, con su grupo Los Sirgadors, la banda sonora original del largometraje. «Los Sirgadors son capaces de situar al espectador en un mundo onírico donde los sonidos se fusionan con las imágenes. De la memoria histórica republicana a los exilios actuales; de los veinte millones de refugiados de guerra a la desaparición de las culturas ligadas a los espacios húmedos del mundo a causa de las emisiones de CO₂, la muerte de los ríos, los valores democráticos y la capacidad humanista revertir una situación que nos hace pensar en un mundo libre de codicia», concluye el autor de L’Ampolla.