Otro verano más -¡y van ya...!-, Santiago Segura regresa dispuesto a conquistar la taquilla veraniega con una de sus comedias familiares tras forzar a su Torrente hasta una quinta entrega que resultaba ya pesada e insustancial.
Quizás, o mejor seguramente, el ‘amiguete’ Santiago entendió entonces que lo mejor era reconvertirse y llegar a un público más familiar a través de un humor más blanco y menos burdo para alcanzar mejores resultados en taquilla. Desde aquel 1998 en que José Luis Torrente representaba la España más cañí y facha hasta su última entrega en 2014 con su Operación Eurovegas, Santiago Segura exprimió a un personaje que parece superado. O no, que diría el otro.
El cineasta, actor, guinosta, doblador y productor madrileño ostenta el liderazgo de la taquilla nacional tras el estreno de Padre no hay más que uno 3 y el año pasado alcanzó los 15.6 millones de euros recaudados con a Todo tren 2, producida por Bowfinger International Pictures, su empresa. Por cierto, esta última es una película que no la dirigió él, sino Inés de León pero en la que era guionista, productor y protagonista.
Y últimamente, Segura ha logrado compenetrarse bien con otro cómico que lleva ya una buena temporada de moda: Leo Harlem (Madrid, 1965). Forman una pareja que funciona y han creado una imagen de marca. Ahí están los ejemplos de A todo tren o Padre no hay más que uno. Aquí, ambos dan vida a dos amigos en paro que se ven obligados a aceptar un empleo como animadores infantiles en un hotel de lujo. Divorciados ambos, les toca hacerse cargo de sus hijos en el mismo periodo y deciden llevárselos camuflados. Ya se pueden imaginar que, entre grandes y pequeños, el establecimiento hotelero resultará el escenario perfecto para todo tipo de situaciones divertidas.
«La presión existe, pero no por el hecho de reventar la taquilla sino por no defraudar a esa gente que te sigue y que la espera. Pero creo que vamos a tener suerte porque creo que esta película es igual o mejor que las anteriores», asegura Santiago Segura, que se va a quedar sin vacaciones porque ya se encuentra escribiendo la del próximo año. «Hacer una película al año es duro», remarca.
No es el único cineasta que ha venido estrenando una comedia por año. Hasta hace poco lo venía haciendo el propio Woody Allen y aún más lejano en el tiempo el ‘maestro’ Billy Wilder. Cierto es que es otro tipo de comedia, pero el género requiere de saber dar con la tecla. Y Segura ha sabido hacerlo.
Vacaciones de verano no pasará a la historia del cine. Pero sí puede convertirse en el mejor estreno español de 2023. Para eso el ‘amiguete’ Santiago es un artista. Probablemente haya encontrado un nuevo filón en el que logre ahondar en nuevas entregas. Tener olfato y saber comunicar es meritorio. Solo hay que encontrar la fórmula. Y la de Santiago, es Segura.
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