«No tenemos bien afinado el sentido de la saciedad»

La periodista y divulgadora especializada en salud, Núria Coll estuvo la semana pasada en Reus para presentar su libro Soy Como como (Grijalbo), que incluye reflexiones y consejos que promueven y despierten la ambición de tener un criterio propio para decidir una alimentación sana.

El proyecto ‘Soy como como’ suma 12 años de experiencia.

Siempre he pensado que no está del todo resuelto lo que debemos aprender sobre nutrición, que es una ciencia que está en pañales y en constante movimiento. Hay afirmaciones e informaciones que cambian de un año para otro. En cambio, a raíz de los últimos tiempos en que se ha estabilizado la evidencia científica, como que la alimentación no es lo único que nos protege para tener una buena salud física y mental, empecé a construir el concepto de la rueda de la vida sana, que explico en el libro.

Se basa en seis ejes: alimentación saludable, tribu, descanso, alejarse de los tóxicos, actividad física y gestión emocional.

Puedes comer muy saludable, pero de poco te servirá si duermes mal y tienes mucho estrés.

Lo importante es el conjunto.

Sí, todos los ejes son importantes. En el caso de la alimentación está comprobado que comer bien engancha, y que después sientes la necesidad de hacer deporte, de activarte y de progresar en el resto de facetas.

¿Qué ha aprendido en los últimos años?

Que gestionar muy bien las emociones y el estrés es clave, y es lo que más esfuerzo requiere.

El título del libro es una declaración de intenciones en tanto que con la alimentación nos jugamos la vida.

Desde que se ha industrializado tanto la industria alimentaria, comemos cada día mucho azúcar oculto en muchos productos y ultraprocesados. Por lo tanto, si no estamos atentos es literalmente imposible tener una buena salud.

¿Cuál es el problema de los edulcorantes?

Los edulcorantes artificiales son otro engaño porque están muy vinculados al síndrome metabólico, con lo que aumenta un 70% el riesgo de padecer diabetes tipo 2 respecto a una persona que se cuida.

¿Por qué caemos en la trampa de las etiquetas ‘light’ y ‘zero’?

El público continúa queriendo productos sin calorías para estar delgados y esbeltos, por una cuestión cultural de la que no nos desprendemos. Por lo tanto, la industria no ha protegido nuestra salud, sino que su interés ha sido ganar dinero y abaratar el precio de los productos, lo que se consigue con almidones, harinas y azúcares baratísimos. Cuando lees light el mensaje es que no engorda, lo que no significa que no empeore tu salud.

¿Cómo se logra el cambio?

Debes quererlo de verdad. Tampoco hace falta que sea lunes para empezar. Cuando lo tienes claro, haces el cambio. Nos cuesta porque ni el entorno ni el contexto ayudan. Si no tienes una tribu healthy alrededor es difícil hacer el cambio.

¿Seguimos comiendo más por los ojos que por la boca?

Sí. Esto hace que perdamos el sentido común de las cantidades. No estamos conectados con nosotros mismos, por lo que no tenemos bien afinado el sentido del hambre ni el sentido de la saciedad. Comemos sin hambre que es la gran desconexión respecto a nuestros ancestros.