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El próximo 27 de marzo tendrá lugar la gala de entrega de los Oscar de la presente edición. De nuevo, será el Dolby Theatre de Los Angeles el que acoja el evento y lo alejado de la fecha de lo que suele ser habitual (a finales de febrero o principios de marzo) tiene que ver con el hecho de evitar conflictos al coincidir con la retrasmisión de las pruebas de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Pekín durante el mes de febrero.
Sin embargo, en la madrugada del lunes, sin alfombra roja ni retransmisión por televisión y sin la presencia de las grandes estrellas, los Globos de Oro de la asediada Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) pasaron con más pena que gloria. Considerada la fiesta más grande de Hollywood seguida en sus buenos momentos por 18 millones de telespectadores (los más vistos después de los Oscar y los Grammy), esta 79 edición quedó reducida a poco más que el anuncio de los ganadores a través de la web.
Las controversias en torno a la diversidad de sus miembros (todos blancos) y la ética cuestionable de los miembros de la HFPA han dejado muy tocado el prestigio de estos galardones cinematográficos. El poder del perro (Netflix), un oscuro wéstern protagonizado por Benedict Cumberbatch, se llevó el galardón a la mejor película dramática, y su directora Jane Campion se convirtió en la tercera mujer en coronarse como mejor directora. Ya lo hizo en 1994 por ‘El piano’. Kodi Smit-McPhee se llevó el galardón al mejor actor de reparto por su papel en el filme de Campion.
Will Smith fue premiado como mejor actor en un drama por Rey Richard, mientras que Nicole Kidman ganó como mejor actriz por su papel como Lucille Ball en Ser los Ricardos, su cuarto premio de 16 nominaciones.
La nueva versión de Steven Spielberg de West Side Story dominó en la categoría de musical o comedia: se hizo con los premios de mejor película, mejor actriz para Rachel Zegler y mejor actriz de reparto para Ariana DeBose. Andrew Garfield ganó el premio al mejor actor en un musical o comedia por Tick, Tick... ¡Boom!.
Fracaso español
Tres españoles competían por una estatuilla de los Globos de Oro, el director Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem y el compositor Alberto Iglesias. Ninguno consiguió el premio. Almodóvar en su novena nominación, por Madres paralelas que aspiraba a la mejor película de habla no inglesa, ya lo ganó en 2000 con Todo sobre mi madre y en 2003 con Hable con ella. Para Bardem, candidato al mejor actor protagonista por Ser los Ricardos, era la quinta candidatura. El madrileño ya recogió un Globo de Oro por No es país para viejos como intérprete de reparto. Iglesias optaba a la mejor música por Madres paralelas en su segunda nominación.
La HFPA prometió una reforma, lo que no ha evitado que hasta la cadena de televisión NBC, que retransmite la ceremonia y paga unos 60 millones de dólares en derechos, le diera la espalda. La falta de progreso de la ceremonia, con algunas polémicas incluso raciales, ha provocado su degradación.
