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    Una triple mirada a ‘El problema dels tres cossos’

    TGN. Una videoinstalación, pinturas al óleo y dibujos sobre papel y tela integran la muestra de Dionís Escorsa en el Museu d’Art Modern de la Diputació de Tarragona

    01 agosto 2022 11:42 | Actualizado a 01 agosto 2022 11:45
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    «El problema de los tres cuerpos es un problema matemático que aparece justo después de que Kepler, en el siglo XVII, proponga soluciones elípticas para los movimientos de atracción gravitatoria entre los cuerpos celestes. Kepler ofrece una manera muy sencilla para calcular como dos cuerpos se mueven atraídos entre ellos, pero se da cuenta de que si su fórmula se aplica a sistemas de más de dos estrellas, es muy difícil hacer los cálculos. Los movimientos se vuelven una danza caótica, y el sistema se vuelve inestable, tendiendo a expulsar uno de sus miembros o a colapsar transcurrido un tiempo».

    Con estas palabras el artista Dionís Escorsa O’Callaghan (Tortosa, 1970), ganador de la última edición de la Biennal d’Art Diputació Tarragona, explica la razón de ser y el título de la exposición El problema dels tres cossos, que hasta el próximo 4 de septiembre se puede visitar en el Museu d’Art Modern de la Diputació de Tarragona (MAMT).

    El problema dels tres cossos se exhibe en tres espacios diferenciados. En la sala 1 el público puede contemplar una videoinstalación, realizada conjuntamente con Albert Merino, en la que se reinterpreta el cuadro L’Esfinx de Roscoff (1910), de Josep Nogué, perteneciente a la colección del MAMT.

    «El cuadro muestra un alba en una playa desierta con unas rocas que tienen formas antropomórficas que dejan adivinar la silueta de una esfinge. Como la esfinge griega clásica es una simbiosis de tres cuerpos -cabeza de mujer, alas de pájaro y cuerpo de felino- me pareció pertinente hacer una adaptación de la obra que mostrase este ‘problema de los tres cuerpos’ añadiéndole una salida de sol triple», explica Escorsa.

    De la colaboración con Albert Merino, de quien resalta que «es un muy buen artista y conocedor de las últimas técnicas de animación», explica que «hemos levantado un mapa tridimensional del paisaje que se ve en el cuadro, y a partir de ejemplos de movimientos de tres cuerpos celestes, obtenidos de páginas científicas, hemos proyectado encima una copia hecha al óleo del cuadro original de Nogué, una animación de amaneceres y evoluciones de tres soles, haciendo que cambien las atmósferas, la luz y las sombras encima de las piedras pintadas».

    Por todo ello, dice que «es como si el cuadro hubiese sido pintado con el mismo estilo paisajista romántico, pero en un mundo de ciencia ficción, en el que hubiese tres soles en lugar de uno, un hecho que en el universo no es infrecuente; la estrella que tenemos más próxima, Alfa Centauri, es un sistema trisolar».

    En la sala 2 se puede ver Sacrilegis estel·lars, óleos sobre óleos de Eliseu Meifrén, Modest Urgell y su abuelo homónimo Dionís Escorsa. «Los Sacrilegis estel·lars son intervenciones realizadas sobre pinturas paisajísticas catalanas de principios del siglo XX. Encima de tres pequeños óleos, he pintado al óleo los mismos tres soles, a veces añadiendo dos al único que mostraban, o haciéndolos entrever con rayos por encima de las nubes, es decir, alterando esta vez físicamente los lienzos de una manera difícil de restaurar, y poniendo en cuestión la idea de autoría en la obra artística», afirma el artista.

    Por último, en la sala 3 se muestra un centenar de dibujos sobre papel y tela que configuran El balcó invers que fue la propuesta ganadora de la Biennal. «Empecé a hacer los dibujos un poco antes de la pandemia, pero el confinamiento intensificó su creación y resituó su temática dentro de un ámbito doméstico y más claustrofóbico. Son dibujos independientes, pero el centenar que muestro se pueden leer secuencialmente, casi como si fuesen un historyboard de una película dramática desestructurada, con personajes que se van definiendo y diferentes escenas sucesivas cómico-trágicas que se van retroalimentado en el espacio expositivo, con más dibujos situados en paralelo o superpuestos».

    Asimismo, a la serie realizada hace un par de años, el artista ha añadido expresamente una docena de dibujos nuevos, «en los que los mismos personajes se vuelven esfinges, aparecen también soles múltiples e incluso hay un retrato escondido de Josep Nogué».

    Sobre qué reacción Dionís Escorsa quiere despertar en el público con la exposición dice que «reaccione como quiera, pero que la mire con detenimiento y no de manera pasavolante».

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