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La crónica

El legado sigue vivo (Nàstic 2-1 Algeciras)

El nuevo Nàstic debuta con victoria frente al Algeciras en liga. Sanz adelantó a los granas, Turrillo empató para los visitantes y Kaptoum puso la luz con un gol repleto de picardía

Óscar Sanz celebra el primer gol de la temporada del Nàstic

Óscar Sanz celebra el primer gol de la temporada del NàsticMarc Bosch

Juanfran Moreno

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El Nàstic está hecho para sufrir. El fútbol le ha dado tantos palos que está comenzando a construirse una cabaña. Un techo en el que refugiarse cuando las cosas se ponen feas. Ante el Algeciras, en un estreno de lo más exigente, debutó con victoria en un partido más que sufrido. Sanz adelantó a los granas, pero Turrillo empató al inicio de la segunda mitad. Cuando el empate sobrevolaba el Nou Estadi, apareció uno de los nuevos para iluminar el templo grana. Kaptoum fue el más listo para recoger un rechace tras una falta de Cedric y darle los tres puntos a este nuevo Nàstic.

Primer once de la temporada

El primer once oficial de la temporada siempre es especial. Es el que marca el camino y despeja algunas dudas sobre los roles iniciales en una plantilla. Luego pueden ir variando, pero al futbolista dale la titularidad de primeras. A ninguno le gusta ser suplente. Si lo es, es preocupante. Luis César acabó con el misterio sobre los elegidos y la estructura empleada solo una hora antes del partido. Hasta entonces, nadie sabía cómo iba a jugar el conjunto grana.

El técnico gallego apostó por un 4-2-3-1 con hasta seis nuevos fichajes en el once. Moi Delgado, el último en llegar, Sergio Santos y Marcos Baselga —estos dos últimos por problemas físicos— no entraban en la lista de convocados. Así pues, en el once había cinco supervivientes de Zubieta que comparecían en un Nàstic renovado, pero con el objetivo del ascenso entre ceja y ceja. Nada ha cambiado. Por historia y por talento. Subir es una obligación y una necesidad. Así lo ha dejado claro la entidad tarraconense durante todo el verano y ahora hay que ser consecuente con ello. La presión será total para un equipo que, si quiere la primera plaza, deberá fallar entre poco y nada, sobre todo en un Nou Estadi Costa Daurada en el que en los dos últimos años sí ha ofrecido madera de campeón.

El Nàstic compareció al partido siendo fiel a lo que había proclamado Luis César: un equipo protagonista con la pelota, presionante sin ella y que no dudaba en modificar su estructura en función de la fase. Atacaba con defensa de cuatro, pero defendía con cinco cuando el Algeciras se posicionaba en su campo. ¿Cómo? Pau Martínez retrasaba su posición en la banda para convertirse en carrilero e incrustar a Juncà como central zurdo.

El Nàstic dominó durante el primer cuarto de hora, pero no generó peligro en metros finales. Faltaba mayor riesgo y descaro en el último tercio. La noche estaba siendo tranquila, pero Juncà provocó el primer contratiempo. El lateral gerundense pidió el cambio en el minuto 17, dando entrada a David Alba en su lugar. El de Toledo se colocó como central y Morgado pasó al carril.

Sanz, gol y capitán

El Nàstic no avisó y golpeó en la primera que tuvo. Lo hizo un jugador que no ha destacado nunca en esta faceta, pero a la que parece que, con el brazalete en la manga, se quiere sumar. Óscar Sanz interpretó perfectamente el espacio y Pau Martínez puso un centro medido. El capitán entró en tromba y remató con sutileza, batiendo a Moreno y poniendo el 1-0 en el marcador.

Apagón de 15 minutos

Justo cuando el árbitro iba a revisar la jugada por un fuera de juego inexistente, el Nou Estadi se apagó. Falló la luz y dejó a oscuras el templo grana. Hasta 15 minutos duró un parón que fue eterno y que hizo temer lo peor a unos aficionados que ya pensaban en una posible suspensión. A falta de emoción en los primeros 20 minutos: doble giro de guion. Gol y apagón. De película.

El Nou Estadi sufrió un apagón durante 15 minutos.

El Nou Estadi sufrió un apagón durante 15 minutos.Marc Bosch

Por suerte, regresó la claridad en medio de la noche y el partido volvió a jugarse con ventaja tarraconense en el marcador y con 20 minutos de la primera mitad todavía por delante.

El parón no le sentó bien a un Nàstic que volvió más frío al partido y con menos control. Los 16 minutos de añadido se le hicieron largos a un conjunto grana que quería un descanso para refrescar piernas e interiorizar que estaba por delante en el marcador, aunque el 1-0 no bastaba. Había que tener control, pero sin perder la amenaza.

Turrillo empataba para el Algeciras

La segunda parte no pudo comenzar peor para el Nàstic. Los granas se encontraron con un gol casi instantáneo. Un saque de banda del Algeciras fue conectado directamente con la cabeza por Turrillo. Su remate se fue directo al segundo palo. Dio la sensación de que Toni Fuidias, en su primer partido de grana, pudo hacer mucho más. Siguió el balón con la mirada, pero nunca llegó a atacarlo.

El camino para el 2-1 debía ser recuperar el control. Someter al Algeciras y esperar alguna genialidad de los de arriba. Juanda Fuentes y Pau Martínez estaban siendo peligrosos en los costados y había que buscarles porque podían destapar la grieta en cualquier momento.

Morgado destacó en su debut de grana.

Morgado destacó en su debut de grana.Marc Bosch

El paso de los minutos evidenció un nerviosismo inquietante en un Nàstic que daba muestras de impotencia.

El Algeciras estaba mucho mejor plantado y su plan de resistencia cada vez iba cogiendo más forma. Luis César decidió acudir al banquillo en busca de algo diferente. Juanda Fuentes, fundido, dejó su sitio a Álex Jiménez. Jardí se escoraba a la banda y el Nàstic pasaba a un 4-4-2 de manual.

El Algeciras se fue creciendo e incluso se animó a sumar pases en posesiones que enfriaban el ambiente y desquiciaban a un Nàstic que no se encontraba. La presión ya no existía porque las piernas no respondían y el rival siempre tenía un segundo de más. El equipo necesitaba un extra de energía y llegó desde el banquillo. Mángel, Kaptoum y Almpanis entraron al campo, modificando el doble pivote y refrescando la banda izquierda. Un cuarto de hora por delante le quedaba a un Nàstic que no quería comenzar cediendo dos puntos en su fortín.

Kaptoum celebra el gol de la victoria ante el Algeciras.

Kaptoum celebra el gol de la victoria ante el Algeciras.Marc Bosch

Kaptoum ponía la luz

El miedo existía, pero el talento en el campo también. Cedric se inventó una jugada de la nada con la que provocó una falta en la frontal que llevaba su nombre escrito. Ya había marcado de libre directo ante el Barça Atlètic en pretemporada y cogió de nuevo el testigo frente al Algeciras. Su disparo fue tenso y provocó el fallo en el blocaje de Moreno. Kaptoum, el más listo de la clase, se anticipó a todos y metió la puntita para conseguir el 2-1 en el minuto 82. Este Nàstic se ha renovado, pero mantiene su fe.

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