El 'nuevo' Marc Montalvo: el todocampista que impulsa al Nàstic

Hay partidos que exhiben las mejores virtudes de un futbolista. El que disputó el Nàstic frente al Sevilla Atlético fue el escaparate perfecto para Marc Montalvo, que volvió a evidenciar que su crecimiento en la sala de máquinas es imparable. Su progreso ha sido constante desde que aterrizó en el primer equipo. No obstante, lo que más sorprende es que su identidad como centrocampista ha cambiado, y para bien. El de Riudoms ha pasado de ser un mediocentro posicional, cómodo en la base de la jugada, a convertirse en un todocampista que disfruta recorriendo el terreno de juego de lado a lado.

A Montalvo ya no se le puede poner grilletes en la medular. Hay que dejarle expresarse con libertad. Ha pasado de sentir confort en la base a disfrutar de su rol de mediocentro líquido. Cristóbal Parralo ha entendido su juego desde el primer minuto y eso ha provocado que Montalvo sea, sin discusión, una de sus piezas fetiche.

Frente al Sevilla Atlético, el centrocampista riudomense completó un partido maravilloso en el que incidió desde diferentes registros. Montalvo ya no solo marca el ritmo del juego, sino que es capaz de acelerarlo con y sin la pelota. De hecho, el primer tanto grana llega en una jugada en la que exhibe todo eso. Es él quien recupera la pelota en campo contrario, en un ejercicio de fe y poderío físico, pero también es él mismo quien pausa el reloj para darle un segundo más a una jugada que terminaría con el centro de Camus, el remate de Baselga y el gol en el segundo palo de Pau Martínez.

El segundo gol llevó directamente la firma de Marc Montalvo, en una jugada en la que demostró que ahora le gusta pisar área cuando la acción lo demanda. El centro de Juanda Fuentes fue al primer palo y allí esperaba él, que sacó su alma de ‘9’ para aparecer en el momento y el espacio exacto. No falló en el que ya es su segundo tanto de la temporada. No es casualidad que haya firmado dos goles y probablemente todavía haya más por el camino: es la consecuencia de su nueva identidad.

Dos mitades distintas

En la primera parte lució traje de frac, pero en la segunda Montalvo se colocó el mono de trabajo. En un segundo acto en el que el Nàstic perdió la pelota y fue sometido en muchas fases, Montalvo bajó al barro. Exhibió poderío en los cuerpos y una capacidad física para ir a las ayudas fruto del desarrollo muscular que ha experimentado en los últimos años.

Poco queda de aquel centrocampista menudo que debutó en el Nou Estadi frente al Real Madrid Castilla con Raül Agné a los mandos. Ahora Montalvo es un jugador que tira de físico porque ha moldeado una figura ganadora a la que ha añadido músculo sin perder agilidad.

Montalvo fue clave para Luis César y lo está siendo para Parralo

Marc Montalvo ha sido titular en todos los partidos de la temporada menos en uno. Tanto para Luis César como para Cristóbal Parralo ha sido un intocable. Su juego así lo proclama y ya ha demostrado que es capaz de mezclar a la perfección con Mángel Prendes y no solo con Óscar Sanz. Con ambos se siente más libre y desarrolla esa versión de centrocampista de ida y vuelta a la que tanto gustillo le está cogiendo.

Marc Montalvo ha dejado de ser un niño para convertirse en un hombre, y el Nàstic disfruta de su nueva y mejor versión. Ha nacido un todocampista que tiene y guarda las llaves del juego en su mesita de noche. Su fútbol comienza a reclamar otra dimensión y él está dispuesto todo por alcanzarla de la mano del Nàstic. Ojalá así sea.