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El tortosino Andreu Camps, secretario general de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y unos de los hombres de más confianza del presidente Luis Rubiales, se incorpora al equipo de árbitros (jueces) del prestigioso Tribunal de Arbitraje Deportivo con sede en Suiza, después de haber estado casi diez años como mediador en el mismo Tribunal.
Su incorporación en la máxima institución judicial deportiva junto con la de Kepa Larumbe, ex asesor jurídico de la propia RFEF en la última etapa de Angel Maria Villar, hace que el deporte español siga ganando peso y presencia en los grandes organismos internacionales del fútbol mundial.
Andreu Camps es licenciado en Derecho y en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte; profesor Catedrático del INEFC de Catalunya desde 2000; miembro del Tribunal de Apelación de la Federación Internacional de Bádminton; y director del Master Universitario en Derecho Deportivo y del Master Universitario International Sports Law. Antes de convertirse en Secretario General de la RFEF fue miembro del Tribunal de Arbitraje Deportivo español.
Se incorporó en abril del 2017 en el primer cambio de órgano deportivo dependiente del CSD, aunque dimitió tres meses después por motivos personales. Andreu Camps ha trabajado también para el Comité Olímpico Español y el propio COI.
Su función será actuar como árbitro en todos los litigios que acaben llegando al TAS relativos al fútbol y donde no estén implicados clubes españoles
España contará con un total de siete representantes en el TAS. Además de Camps y Larumbe, José María Cruz (Director General del Sevilla); Carlos del Campo (Adjunto a la presidencia de La Liga); Pedro Tomas (Presidente del Comité de Apelación de UEFA) y los abogados Jose Juan Pinto y José Manuel Maza Muriel.
El TAS es un organismo independiente. Fue creado por el Comité Olímpico Internacional en 1984 por el entonces presidente, el español, Juan Antonio Samaranch, para dirimir las disputas que se produjeran durante los Juegos Olímpicos. Hoy en día su jurisdicción voluntaria se ha extendido a todos los deportes, incluyendo al fútbol. UEFA y FIFA también se someten a sus decisiones.
