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El Ascó sumó ayer un punto importante en el campo de uno de los rivales por la permanencia, el Palamós, gracias a dos goles de Andreu Guiu en la recta final del partido. El conjunto de Miguel Rubio fue valiente en los primeros minutos de partido. Condujo la posesión de la pelota sin nervio, pisando de forma asidua terreno contrario. No obstante, ninguno de los dos conjuntos disponía de claras acciones de gol, más allá de un tímido disparo lejano de Bertomeu en el minuto 24.
Cumplida la media hora de juego, los locales se estiraron ligeramente hasta que, en el 37’, llegaba el primer gol del partido. Falta lateral de Del Moral, Barrera hace el intento de peinar en fuera de juego pero no toca la pelota. El linier levantó el banderín interpretando que el jugador del Palamós, a pesar de que no tocó el balón, hacía la acción de intervenir. Al final, se coló en la red despistando por completo a Manolo, que esperaba el remate del balón. El colegiado desacreditó a su asistente y concedió el tanto a pesar de las protestas de los jugadores visitantes.
A punto estuvo de empatar el Ascó en el 40’. Gallego ponía una pelota rasa dentro del área para la internada de Bertomeu, que remataba y obligaba a Bayona a detener en dos tiempos.
100% de efectividad local
Sin embargo, un minuto después fue el Palamós el que puso tierra de por medio en el marcador. Fue en otra jugada a balón parado. Pelota colgada al segundo palo donde Coro, demasiado solo, remataba al fondo de la red en el segundo tiro a puerta de los locales (2-0).
Ya en el segundo tiempo, el Ascó salió decidido a recortar distancias en el marcador. Guiu, muy activo en ataque, llevaba de cabeza a la defensa local y el Ascó pronto empezó a generar peligro. En el 60’, Bertomeu ponía a prueba a Bayona con un buen lanzamiento de falta que el portero local bloqueó con seguridad. Virgili, en el 66’, volvía a poner a prueba al portero local con un remate de cabeza a los guantes.
La insistencia del Ascó tuvo premio a los 68 minutos. Munta asistía a De Nova tras una gran internada por la izquierda y éste la mandaba rasa al punto de penalti, donde Guiu, al primer toque, la hundió pegada al palo.
El Ascó entraba en el partido y afrontaba el tramo final sabiéndose superior a su oponente. Un testarazo de Gallego a centro de Cristino, que hizo lucirse por enésima vez a Bayona, y otro disparo desde la frontal de Guiu, que se fue besando el palo, pusieron el aroma del empate.
El segundo gol de los riberenses se resistió hasta el minuto 86. El empate nació en una gran acción por banda diestra de Pau Ripoll, que llegó hasta la línea de fondo y ponía un balón envenenado hacia atrás. Guiu, con un remate cruzado, hacía justicia para un Ascó que no renunció a la remontada en los últimos compases.
