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Su nombre suena ya con muchísima fuerza entre el tenis de categorías base. Se llama Anna Ortiz Gascó, tiene 11 años, es de Altafulla y es una de las grandes perlas de la cantera del Club Tennis Tarragona además de una de las más firmes promesas de la demarcación. Sobre todo después de alzarse en las últimas semanas con el subcampeonato de Catalunya individual alevín y el título de dobles, formando pareja en esta modalidad con la jugadora de Sant Carles de la Ràpita Angela Gebellí.
No hay más que verla con la raqueta en las manos para apreciar sus dotes. Es en la pista donde esta niña de rostro angelical y delgada figura se transforma, para demostrar su enorme competitividad sobre la tierra batida. Ella misma admite que le encanta jugar torneos más que entrenar. Y sus rivales ya conocen el potencial de su drive y su smash, los dos golpes que más adora.
Entrena casi a diario con Alberto Gil, su entrenador titular en el club desde esta misma temporada, aunque también en alguna ocasión dirigen sus pasos Alex López y Marc Mas (responsable de la escuela de competición). Una vez a la semana también participa en la tecnificación de la Federació Catalana de Tennis, con Fran Medina al frente, junto a la mencionada Gebellí y Roger Pascual, otro talentoso jugador. En sus inicios en el Tennis Park, donde empezó a jugar a los siete años y estuvo hasta los nueve, los primeros entrenadores de Anna fueron Xavi Vilar, Toni Romera y en algunas clases puntuales Xavi Pueyo.
La pasada campaña, la primera como alevín, ya certificó su potencial con la obtención del título provincial y sus victorias en el Circuit Head Tarragona y su correspondiente Masters. En 2015 ya había sido, además, subcampeona catalana benjamín.
Anna, que tiene como ídolo a Maria Sharapova, lleva en los genes su facilidad por el deporte y esa enorme competitividad. Su madre, Carme Gascó, fue una destacada jugadora de baloncesto. Militó en equipos como el CBT, el Valls y llegó a formar parte de la histórica plantilla del Nàstic que llegó a actuar en División de Honor femenina, la máxima categoría nacional.
La altafullense es, además de tenista, también una excelente jugadora de pádel. Es la actual número 3 de Catalunya en categoría alevín y la 5 de España y atesora, como en el tenis, títulos de relevancia: ha sido ya tres veces campeona catalana (2014-15-16) formando pareja con Lucía Rosa –jugadora de Sant Esteve Sesrovires que es su habitual compañera de juego desde hace dos temporadas y media-; y también campeona catalana por equipos con el CT Tarragona (2015) y a nivel estatal, subcampeona nacional (2015) y tercera (2016).
Sin embargo es el tenis la especialidad que prima en su día a día y por la que se decanta cuando hay coincidencia de competiciones. De hecho lo practica durante cuatro jornadas a la semana, mientras que le dedica tan sólo una al pádel. Su base y técnica, sin embargo, le permite igualmente destacar con la pala pese a que ha decidido mantener en su juego la mecánica tenística. Sus entrenadores de pádel en el CT Tarragona, Pete Francino y Gonzalo Montiel, respetan esa voluntad y tratan de sacarle partido a sus mejores golpes.
