Los efectos de la pandemia han provocado que el partido que el Calafell debía disputar en Palafrugell el próximo sábado también haya sido aplazado. Hace unos días se detectaron cuatro casos de coronavirus en la plantilla verdiblanca y eso obligó a que los afectados tuvieran que aislarse, aunque la situación siempre estuvo bajo control. De hecho, el Calafell tiene previsto volver a los entrenamientos esta misma semana.
El protocolo de la Federación Española obliga, por precaución, a posponer ese partido en Palafrugell, por lo que el Calafell no volverá a jugar hasta el próximo martes, que se medirá al Girona para cerrar la primera vuelta. En todo caso, al equipo de Pere Varias le quedarán dos partidos pendientes para completar esa primera parte del campeonato de la OK Liga. Esos envites son ante el Noia y el Palafrugell, los dos en el Pavelló Joan Ortoll.
Los verdiblancos se quedan con 13 puntos en la clasificación a expensas de completar su nómina de partidos aplazados que podría mejorar mucho su situación en la clasificación en caso de que lleguen las victorias.
La OK Liga está sufriendo las complicaciones del coronavirus para completar todo el calendario establecido.