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Todo parecía indicar que, al igual que en la otra semifinal, el pase para la lucha por el oro se iba a decidir en los penaltis. Pero el disparo de Marco Asensio sentenció el encuentro a falta de cinco minutos del final de la prórroga.
Habían sido 115 minutos de dominio español, traducido en posesiones que crearon poco peligro a la portería de Japón, aunque el conjunto nipón tampoco dispuso de excesivas ocasiones de peligro para la portería defendida por Unai Simón.
El delantero Rafa Mir, con dos mano a mano, fue el protagonista de los acercamientos más próximos al gol, así como el penalti que el VAR, que en un primer momento señalizó sobre Mikel Merino, rectificó con la decisión final de no pitarlo.
Un encuentro donde ambos equipos mostraron poco los dientes y no lucieron en exceso sus fortalezas ofensivas, siendo conscientes del partido que estaban disputando, con una final y posterior medalla en juego. De esta manera se llegó a la prórroga, donde todo siguió el mismo curso durante el primer tiempo, pero que iba a tener un desenlace favorable a escasos minutos de los penaltis.
Con Asensio como protagonista, se produjo el gol que llevó al éxtasis a todos los asistentes del combinado nacional masculino presente en el estadio. Un tanto que lleva a La Rojita a la final del próximo sábado 7 de agosto a las 13:30 frente al conjunto de Brasil, que venció en penaltis a la selección de México.
De esta manera, España se asegura medalla, aunque ahora falta por saber si será de plata o de oro. La final la protagonizarán, por lo tanto, las dos selecciones que antes del comienzo del evento, se postulaban como grandes favoritas para llevarse el oro. Un partido repleto de estrellas y que dictará sentencia en una modalidad de fútbol masculino, que se prevé con el mejor desenlace posible.
