Barça-Nàstic: Goleada en inferioridad

El FC Barcelona golea los últimos minutos a un Nàstic que se quedó con diez jugadores en la primera mitad por la expulsión de Quintanilla de roja directa

22 julio 2021 05:33 | Actualizado a 22 julio 2021 10:16
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Si normalmente un partido amistoso ante el Barça puede ofrecer poco terreno para probaturas ofensivas, si encima juegas con un hombre menos durante más de 50 minutos la utilidad del choque pasa a ser mínima. Como un ejercicio de carga de trabajo físico (porque vas a estar mucho tiempo corriendo detrás del balón) más que otra cosa. Una práctica de sufrir para retener al máximo tu portería a cero. Algo que consiguió el Nàstic en el primer tiempo, con un enorme Manu García. 

En esa tesitura se quedó Raül Agné en su primer partido en el banquillo del Nàstic. Unos y otros trataron de convencer al colegiado Alejandro Muñiz de que no era necesario expulsar a Quintanilla. Una roja más que cuestionable en partido oficial, completamente ridícula en un amistoso. Esa inferioridad acabó costando un correctivo excesivo con cuatro goles. Tres de ellos en el ocaso del choque.

El primer once de Raül Agné como entrenador del Nàstic contó con tres de las siete incorporaciones del verano: Manu García, Pedro del Campo y Edgar Hernández. Casi todos los fichajes disponibles. Con Yannick Buyla recién salido de la cuarentena, Robert Simón aún en confinamiento y a la espera de la llegada del último fichaje, Aleksandar Cirkovic, solo Pablo Fernández se quedó en el banco. El delantero asturiano tuvo que esperar a la segunda mitad para lucir la camiseta del Nàstic. 

Solo era el primer test pero sirvió para identificar algunas, no muchas tampoco, pero sí unas pocas de las características que el técnico de Mequinenza quiere de ‘su’ Nàstic. En primer lugar, eso que tanto gusta pero que dice lo justo, el esquema. Agné soltó el  4-4-2 como sistema de partida. Ante el Barça lo dibujó con un doble pivote formado por Fullana y Ribelles y con Karim L’Koucha y Del Camp en los costados. Edgar Hernández y Pol Prats fueron la primera pareja de baile del ataque grana. Si algo quedó claro es que los dos puntas serán muy protagonistas. El técnico grana quiere que su participación sea constante. Buscándolos a la larga, percutiendo en la espalda de la zaga rival y los más físicos (Pablo y Edgar) como boyas para bajar balones.

En este primer envite, quizás adecuado a las características del rival, el equipo se protegió por dentro, dejando las bandas algo más despobladas, sin llegar a descuidarlas. A pesar de que Ronald Koeman sacó de partida a los siete futbolistas del primer equipo que tenía disponibles (Neto, Umtiti, Piqué, Dest, Sergi Roberto, Pjanic y Riqui Puig) el Nàstic no sufrió en exceso. El Barça dominaba la posesión pero los granas no se dejaban someter. Aguantaron sin apuros los primeros minutos e incluso tuvieron una acción puntual que pudo costar un disgusto a las filas locales en un disparo de Karim L’Koucha desviado tras una recuperación en plena salida del Barça. 

A nivel individual también Pedro del Campo mostró detalles de habilidad técnica interesantes. Karim L’Koucha no se amilanó para ser su primer partido con el primer equipo y en un escenario de tal calibre. Pol Prats también quiso agradar en su regreso a Tarragona tras la cesión al Olot. Buscó las jugadas en largo que le podía ofrecer Edgar Hernández y se puso el mono defensivo cuando correspondía. Especialmente en un contragolpe peligrosísimo en el que le rebañó la pelota a Peque justo a tiempo..

El trabajo defensivo daba para cerrar los constantes intentos de Riqui Puig de filtrar un balón por el medio. Demasiadas piernas que superar. El centrocampista de Matadepera sí logró pasar la zaga grana por alto con un pase picado hacia Sergi Roberto. Emulando su histórico gol ante el PSG en la remontada de Champions League el centrocampista de Reus remató en volandas. Pero esta vez no estaba Kevin Trapp en el arco, sino un enorme Manu García que voló para evitar el 1-0. 

No fue la única gran intervención del portero andaluz del Nàstic. Al filo del descanso le sacó un tiro con muy mala ‘baba’ del jovencísimo y recién llegado futbolista austríaco Demir, del que esperan mucho en el Camp Nou. Manu García fue el gran protagonista del partido en el costado del Nàstic. La actuación del arquero sevillano fue sensacional, transmitiendo seguridad en todo momento y salvando al equipo en el primer acto. Imperturbable en los disparos lejanos que probaron los futbolistas azulgranas y una pesadilla en los remates más cercanos. Ofreció seguridad a la zaga y tranquilidad a los seguidores granas. Hay portero.

La inferioridad numérica no se notó en lo que quedaba de primer tiempo, pero sí en el segundo. Quizás la que iba a ser la parte más interesante para el Nàstic porque con el carrusel previsto de cambios el Barça quedó transformado en el filial, rival grana del grupo 2 de la Primera RFEF. 

Agné también hizo sus relevos. Solo quedaron Trilles y Joan Oriol, aunque las lesiones de Bonilla y Fran Carbia le obligaron a nuevos cambios. El Barça hizo acopio de la posesión y gobernó a placer. Rey Manaj marcó el 1-0 y desató el vendaval de goles. Collado marcó el segundo y el propio Manaj cerró su actuación con un hat-trick.

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