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Después de dos años como equipo de Segunda Catalana, el CF Batea descendió a Tercera la pasada campaña como quinto clasificado por la cola tras una compensación entre categorías.
Fue un golpe duro tanto para la plantilla como para la junta, y el desencanto se trasladó también a una afición que esperaba que el club mantuviera su puesto en la división.
La desmotivación que vivió el CF Batea se mantuvo durante los primeros compases de esta temporada, en la que el equipo ofreció un rendimiento irregular. El mes de noviembre fue complicado para el combinado ebrense, que llegó a encajar tres derrotas y un empate en cuatro jornadas consecutivas.
Tras caer ante el UE Sant Jaume d’Enveja, la junta directiva decidió hacer cambios en el cuerpo técnico: «Después de esta mala racha fichamos a Chema Esteban como entrenador», explica Joan Suñé, vicepresidente de la entidad desde hace seis años.
«Chema ha conseguido implicar al vestuario, y con él todos los jugadores de la plantilla tienen posibilidad de ser titulares y están siempre preparados para salir. Hay una competición sana entre ellos», asegura.
Desde la llegada de Chema al banquillo, el CF Batea se ha hecho con la victoria en siete de los últimos diez partidos y se ha colocado tercero de la clasificación, a solamente dos puntos del líder de la competición.
La entrega del míster ha sido una de las claves de esta mejora en los resultados, junto con la de una plantilla que ha demostrado estar a la altura de la categoría:
«Tenemos una plantilla corta, pero todos nuestros jugadores están entregados, y se esfuerzan al máximo tanto en los partidos como en los entrenamientos», explica Joan Suñé.
«El vestuario es una piña, y los veteranos han ayudado también a que los más jóvenes se impliquen también». De la plantilla del año pasado se han mantenido a seis jugadores, mientras que el resto ha llegado de otros equipos de la zona.
Y aunque el grupo actual está jugando a un gran nivel, Joan Suñé destaca también los problemas de contar con pocos jugadores: «Tenemos a 17 jugadores en el primer equipo, es complicado fichar a gente de los alrededores, porque muchos se decantan por otros conjuntos de la zona. Nuestra intención es formar un equipo juvenil en los próximos años, y eso nos facilitaría tener más recursos en este sentido», afirma el vicepresidente de la entidad.
Joan Suñé explica que uno de los factores que está permitiendo que el CF Batea se encuentre donde está es el apoyo que está recibiendo el equipo por parte de los aficionados de la localidad: «Aunque la afición empezó la temporada desencantada, como lo hicimos también nosotros en el club, ahora está muy entregada y nos anima en cada partido», asegura.
«En el último encuentro el campo fue una olla a presión, y al final conseguimos una buena victoria después de empezar perdiendo contra el Remolins». Por otro lado, el vicepresidente ha querido destacar las administraciones del municipio: «Es de agradecer la ayuda que recibimos del Ayuntamiento, porque los equipos de pueblos pequeños no saldrían adelante si no contaran con este apoyo.
También quiero dar las gracias a nuestro presidente, Miquel Suñé, que a sus 79 años sigue dedicando su vida al fútbol y sigue gestionando la entidad y está pendiente del equipo».
El CF Batea, que tras encadenar varias derrotas consecutivas en los primeros compases de la temporada es ahora uno de los conjuntos más sólidos de la competición, tiene muy cerca la posibilidad de regresar a Segunda Catalana.
Joan Suñé, aunque reconoce que el rendimiento está siendo sobresaliente y que tienen opciones, prefiere ser cauto en este tramo final de campaña: «Quedan 12 jornadas y todo puede pasar. Hay que mantener la buena dinámica actual».
