CF Reus: 'Campins, progreso meteórico'

El lateral derecho del Reus ha convencido en sus dos últimas apariciones en el Estadi. Con 21 años ha respondido a la exigencia y a la competencia de su compañero de posición, Alberto Benito. Firmó este verano por dos temporadas

19 mayo 2017 16:39 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:39
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Dicen de Joan Campins (La Pobla, 1995) que se trata de la bondad en persona. Para muchos de sus compañeros, el tipo más bueno del vestuario. Con sólo 21 años no escapa de la timidez ni de la ternura, aunque su rostro jamás se hundió ante la adversidad. Campins precisa competir con otro de los futbolistas diferenciales de la plantilla, Alberto Benito, hasta la lesión en un estado de forma asombroso. Los dos laterales derechos naturales del Reus se retroalimentan en las sesiones. Compiten sin descanso, pero de una forma sana. No hay malas miradas ni deseos tenebrosos. Es fútbol. Joan, de hecho, reconoció el nivel de su socio. “Hasta ahora Alberto había mostrado un gran rendimiento. Me ha tocado esperar”.

El joven trayecto de este carrilero poderoso, de zancada amplia y vocación para el ataque, se arropó en el lujo. Fue un privilegiado. Se ganó un estatus de aspirante a estrella en las divisiones inferiores del Mallorca. En edad juvenil le firmó el Barça (2013), gracias a la insistencia de Jordi Vinyals. Campins prefirió Barcelona a Madrid. El Real también le deseó.

El progreso del lateral quemó etapas con vértigo. Debutó con el filial azulgrana un 8 de septiembre de 2013. El club mantenía esperanzas gigantes en esas condiciones deslumbrantes para el ADN Barça. Lateral reconocible para el juego de posesión en campo contrario. Sólo los dolores musculares, las molestias físicas le cortaron. Se operó de los isquios de su pierna derecha y recayó poco después. Demasiados meses lejos de la actividad. Un pecado capital para un chico de edad temprana.

El Barça le cedió al Zaragoza durante el pasado mercado invernal, dispuesto a encontrarle acomodo y minutos de protagonismo. Completó nueve partidos. Sólo dejó entrever detalles de lo que puede llegar a ser. El Reus le entregó su fe este verano, en una operación poco ruidosa, pero eficiente y con vistas de futuro. Firmó por dos temporadas.

El resplandor de Benito le situó en el ostracismo hasta que la lesión del de Altafulla le abrió las puertas del once. Campins se entrenó como titular en Valladolid y no esquivó las sospechas generales que dejó el Reus con aquella derrota (1-0). Su mérito, no dejar de creer. El Estadi celebró la mejora del futbolista en sus dos últimos conciertos ante Almería y Mallorca. No ha necesitado demasiado tiempo para hallar una respuesta acorde a lo que pide el equipo y sus propios deseos. Ha aportado soluciones de amplitud ofensiva y presencia en el otro fondo. En el suyo no se ha apurado demasiado. Lo ha guardado con minuciosidad. Natxo le aplaudió públicamente. Su interior se relame con otro recurso de altura.

 

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