El experto Javi García, actual míster de porteros del Sevilla, vio algo especial en aquel chaval que aterrizó en el fútbol base del Espanyol con apenas 13 años. Edgar Badia había destacado de muy chico en la academia del Cornellà y los ojeadores pericos le echaron el ojo. Javi García le impartió magisterio. Tuvo fe en sus virtudes y le pulió defectos amedida que su cuerpo crecía. Se convirtió en un tipo fundamental en la progresión de Badia.
Éste terminó siendo uno de los ojitos derechos en las inferiores del Espanyol. Pettenecía a una generación talentosa, la del 92. Coincidió con Jordi Amat, Víctor Álvarez, Tello, Álvaro Vázquez e incluso con Ángel Martínez, con el que actualmente comparteaventura en el CF Reus.
El arquero fue quemando etapas a ritmo de promesa lujosa. En el B, Pochettino le vigiló de cerca. El destino le guardó un debut rocambolesco. Kiko Casilla y Cristian Álvarez, los metas dela primera plantillaen la 2011-12, coincidieron en ausencias. Uno por sanción y otro por lesión. Pochettino confió en Edgar para ser titular en aquel partido de Copa ante el Córdoba, en enero de 2012. El Espanyol venció por 4-2.
Una salida polémica
Edgar decidió dejar el club en verano de 2013, ya que notó desconfianza por parte del cuerpo técnico, que decidió apostar por un perfil de portero distinto. Con 20 de edad firmó por el Granada B para iniciar una nueva aventura, pero la experiencia no cuajó. En enero de 2014 se confirmó su pase al Reus, donde ahora es feliz. Titular deconfianza para Natxo, el barcelonés desea regresar cuanto antes el fútbol profesional. Mañana se reencontrará con su pasado con la visita del Espanyol B al Estadi. Un pasado, del que asegura «sentirme orgulloso. Guardo muy buenos recuerdos de aquella etapa. En el Espanyol aprendí a trabajar fuerte sin pensar en las circunstancias que rodean al fútbol y que yo no puedo controlar».
Aquella formación prestigiosa y un presente brillante se cruzan en el camino.