Fran Carbia es un fabricante de sueños. Una máquina de la felicidad. En una tarde cementosa, con el partido metido en un bucle insoportable, su rebeldía adolescente generó sonrisas a los niños. El esfuerzo incontenible de Carbia resulta abrumador. Parece que cómo más difícil se presenta la aventura, más cree. Incluso cuando todavía se empeñan en acostarle al costado y alejarle de la portería, mantiene la fe. Su vida es un desafío permanente. Fue el mejor del Reus ante Osasuna, el viejo Osasuna, un rival que enseñó hechuras imponentes en la inauguración y acabó atrapado en un enredo. En eso degeneró la tarde, inmersa también en un pasto infame, antagónico a lo que pide el oficio.
FINAL! @cfreusdeportiu 0 @CAOsasuna 0 #ReusOsasuna #CFReus ��⚫️ pic.twitter.com/ZWtdQge2rf
— CF Reus ⚽️ (@cfreusdeportiu) 23 de septiembre de 2017
Hasta entonces, el Reus se había tomado su tiempo para descoser el agobio táctico al que le había sometido Osasuna, muy valiente en la presión. Olmo y Pichu Atienza, que regresaba al foco, veían su salida de balón colisionada. Osasuna prefirió que Tito jugara, incrustado entre los dos centrales. Como que le flotaban. El Reus creció cuando Juan Domínguez y Gus ocuparon espacios intermedios para abrir salidas. Domínguez tomó responsabilidades que van con el sueldo. Ofreció un ramillete de recursos técnicos y su conducción diésel para armar al Reus. Noticia tan sana como crucial.
FINAL #ReusOsasuna 0-0
¡El Reus sigue invicto en casa (1V - 2E)! ���� pic.twitter.com/yqCVOXv1Od— LaLiga (@LaLiga) 23 de septiembre de 2017
Ricardo le tomó el relevo a su socio con un disparo desde la frontal que no exigió a Herrera, aunque el Reus se sentía feliz, entero, vacilón. En todo caso, el respiro obligaba a alguna reflexión perfeccionista. Poco más.
El desgaste del juego y los obstáculos del verde derivaron la pelea a un intercambio de balones frontales arcaico. Resultaba una quimera pretender combinar, cruzar triángulos y dibujar paredes. Fran había asomado de nuevo para generar pánico, pero la fatiga le penalizaba. Los calambres asomaban. Garai, desde el palco castigado, consideró que la aportación del pequeño atacante se había consumido. Conectó la rotación y soltó a Querol. Cambio más o menos natural. Dos delanteros condenados a la banda.
Avui som 3.572 espectadors a l'Estadi! #ReusOsasuna #CFReus ��⚫️ pic.twitter.com/5Rh6pLZ7Bu
— CF Reus ⚽️ (@cfreusdeportiu) 23 de septiembre de 2017
CF Reus Deportiu. Edgar Badia; Miramón, Pichu Atienza, Olmo, Álex Menéndez; Juan Domínguez, Tito, Ledes; Ricardo Vaz (Cámara, min.83), Máyor (Lekic, min.78) y Fran Carbia (Querol, min.70).
Osasuna. Sergio Herrera; Lillo, Oier, Aridane, Clerc; Lucas Torró, Fran Mérida; Roberto Torres (De las Cuevas, min.85), Xisco, Mateo García (Sebas Coris, min.71); y Quique.
Árbitro. Valentín Pizarro Gómez, del comité madrileño. Mostró cartulina amarilla a Fran Mérida (min.47), Lillo (min.59) y Roberto Torres (min.63).
Incidencias. Encuentro disputado en el Estadi Municipal de Reus ante frente a 3.572 espectadores.