CF Reus: Rubén Pérez vuelve bajo palos

Rubén Pérez vuelve a sentirse portero. Ocho meses después de haber colgado los guantes en las filas del Huesca en 2ª B, tras todo ese tiempo en el que ha matado el gusanillo del fútbol actuando como jugador de campo en el Torreforta de Primera Catalana, el CF Reus le ha devuelto la posibilidad de regresar bajo palos. De volar de nuevo para detener y desviar los balones que le lleguen. Y el aragonés (Zaragoza, 1980) no ha querido dejar pasar la oportunidad de cubrir la baja voluntaria de Francis.

Ayer, tan sólo catorce horas después de anunciarse su fichaje, participó ya en su primer entrenamiento como rojinegro. «Llevo mucho tiempo sin ponerme los guantes. Pero el que tuvo retuvo y espero ayudar al equipo pronto en lo que pueda, en los entrenamientos, en las convocatorias y si llega, en los partidos», explicó tras esa sesión en el Complex Esportiu de Salou, para detallar a continuación el por qué de su regreso: «Desde la primera llamada me han dado mucha confianza. Me han hecho sentirme valorado, me han hecho recordar que he sido un buen portero y no les ha importado que haya estado ocho meses de jugador. Confían que puedo ayudar, tanto en lo deportivo como en lo personal».

Otro exgrana de rojinegro

Cree que el CF Reus valora sobre todo su «experiencia y veteranía. Puedo aportar ese granito en momentos de presión, después de mi paso por el Nàstic, que quizás gente del Reus no ha vivido. Que se crezcan y no se vayan abajo y que si se vuelve a estar arriba no se vuelva a caer». Precisamente su pasado como grana le marca –estuvo nueve temporadas en el club grana entre 2005 y 2014 en Primera División, Segunda A y Segunda B- aunque él cree que eso es lo de menos. «En los últimos años ha habido muchos jugadores del Nàstic que acabaron jugando en el Reus como Ñoño, Cúellar y Medina, y viceversa, como Beñat y Querol. Esa etiqueta de que si has jugado en un equipo no puedes ir al otro la ponen desde fuera. Quizás esta primera semana se montará un poco de revuelo en Tarragona, pero luego ya se olvidará», aseguró.

Asume el papel de rol debido a la titularidad de Edgar Badia –ha jugado todos los minutos en Liga- pero reconoce también que él viene «a competir. Hay una buena plantilla y se pueden hacer cosas bonitas. El Reus ha apostado por mí porque sabía que no necesitaría periodo de adaptación alguna al estar afincado aquí y conocer la zona. Sólo me falta adaptarme a los nuevos compañeros», dijo, a pesar de que ya conoce a Ñoño y al preparador físico, Xavi Bartolo, de su etapa en el Nàstic, y al propio entrenador Natxo González, ya que ambos coincidieron en el Alavés. «Yo estaba en la plantilla del B cuando él dirigía al juvenil de División de Honor».

Una categoría igualada

Rubén tiene claro que la categoría está muy igualada: «Del décimo al primero todos tienen posibilidades del play-off. Aquí ganas dos partidos y te metes de nuevo arriba, y si los pierdes te descuelgas». Y sobre el liderato del Nàstic asegura que «se lo merece. Ha hecho las cosas bien manteniendo al grupo de la temporada pasada, está ahí por méritos propios y porque este año puede centrarse mucho más en lo deportivo».

El nuevo meta rojinegro firma hasta final de temporada, aunque está abierto a continuar más allá, en el conjunto rojinegro o en otro equipo: «Cuando decliné renovar por el Huesca miraba ya más por mi vida personal y mi negocio. Pero después de junio seguiría si surge la posibilidad y el Reus me quisiera, o me saliera alguna otra cosa; o también podría retirarme de nuevo».