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Jaume Delgado fue el primero de los ocho amenazados de suspensión que cayó el domingo. Vio la quinta amarilla y cumplirá segundo ciclo. Es decir, no podrá participar mañana sábado, en la final que el Reus debe disputar en la Ciutat Esportiva de Paterna, ante el Valencia Mestalla. Delgado se ha erigido como un futbolista casi indiscutible en el once. De hecho, los dos partidos que no ha disputado tienen que ver con las sanciones. Es un hombre de máxima confianza para Natxo.
Delgado ocupa una posición delicada. En el 4-3-3 que el Reus utiliza cuando ataca, el barcelonés se convierte el eje que equilibra todo el sistema. Experto en la contención, también suele incrustarse entre los dos centrales para dar salida a la pelota. Cuando el equipo se repliega para defender, Jaume se junta con Ramon Folch para formar un 4-4-2 más tradicional. Su ausencia va a obligar al técnico de Vitoria a buscar soluciones. A priori, el míster podría optar por la solución más natural. Ramon Folch se convertiría en el pivote defensivo y Álex Colorado ocuparía la zona de interior en el 4-3-3. Los dos se juntarían para formar un doble pivote en el 4-4-2 defensivo. La vacante ofensiva que dejaría el de Jerez cuenta con varios aspirantes. Xisco y Masqué, como naturales. Fran, como variante. El resto del once, no variaría demasiado.
También existe otra opción para el técnico. Colocar a Rubén Semedo como eje del centro del campo no resultaría descabellado. El portugués cuenta con condiciones y ha jugado en varias ocasiones allí. En todo caso, esa posibilidad ahora mismo no se prevé como prioritaria.
Dinis, lesionado
Por otro lado, el central portugués Dinis Almeida sufre problemas físicos desde la pasada semana y no se espera que pueda recuperarse a tiempo de cara a la cita de mañana en Paterna. El luso ya se quedó fuera de la lista ante Hércules y eso que acostumbraba a ocupar una plaza en el centro de la zaga en los últimos tiempos.
El Reus ha decidido entrenarse esta tarde, a partir de las 18.00 horas, justo el mismo horario del partido ante Mestalla. El objetivo pasa por habituarse a esa circunstancia, ya que los rojinegros están acostumbrados a ejercer al mediodía.
