CF Reus, una cuestión de supervivencia

La SAD lucha a contrarreloj para formar un equipo y competir en Segunda B. La gente de la casa puede ser una solución ideal en la gestión deportiva

09 julio 2019 17:09 | Actualizado a 10 julio 2019 16:03
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El Reus se enfrenta a una semana decisiva con respecto a su futuro deportivo, no en lo económica, con la Sociedad Anónima Deportiva metida en plena ley concursal. El mismo administrador, David López, se encargó de inscribir tanto al primer equipo en Segunda B como al filial en Tercera, y trasladó a los representantes federativos su parecer. Les comunicó que los dos equipos iban a salir a competir. En estos momentos, el Reus no cuenta con una estructura deportiva ni tampoco con materia prima en cuanto a jugadores, aunque existe cierto hilo de esperanza. En la entidad permanecen personajes con capacidad para asumir el timón deportivo si hay mínimos recursos. La tradición del Reus siempre ha resultado la misma. En épocas de escasez, los chicos de la casa han reflotado el barco. 

Las posibilidades económicas para poder diseñar dos equipos fiables resultan pobres. El Reus debe plantearse competir con jugadores de la zona que prefieran cobrar poco y estar cerca de casa. Ese mercado, amplio debido al buen número de futbolistas provinciales que militan en Tercera y Segunda B, es ahora el más asequible y factible para la el futuro deportivo de la SAD, que de momento no ha ido a liquidación ante la gestión de David López, que desea sacar adelante esta situación crítica. Mañana miércoles se llevan a cabo los calendarios de la Segunda B.

La principal desventaja para la tramitación de una propuesta deportiva es el tiempo. El próximo lunes, el grueso de equipos de Segunda B inician sus pretemporadas y muchos van definiendo sus plantillas. El Reus, en este sentido, no tiene nada. Prácticamente, debería reunir a 20 futbolistas en tiempo récord, aunque en ello hay poco que perder. Ante la grave situación de la SAD, se trata más de una cuestión de supervivencia que otra cosa. Salir a competir en Segunda B provocaría que el club no perdiera las categorías de golpe. Aseguraría una parte del futuro, a pesar de que el proyecto acabara abocado a un descenso a Tercera el próximo verano. Para cerrar una propuesta con jugadores de la zona en Segunda B, el Reus debería reunir alrededor de 800.000 euros, papel en el que está trabajando el administrador concursal del club desde que llegó. De hecho logró inscribir a los equipos.  

Onolfo, en la sombra
A todo esto, Clifton Onolfo sigue manteniendo su condición de propietario del club, aunque el concurso de acreedores permite a David López, el administrador, disponer de poderes para llevar a cabo las actividades y el día a día de la SAD. De hecho es viable que López delegue la planificación deportiva a las personas que él crea convenientes. Es más, Onolfo quedó suspendido de cualquier tipo de decisión sin el aval del administrador concursal. 

El americano sigue en Estados Unidos y no hay noticias de que vaya a regresar en breve a la capital del Baix Camp. Tampoco ha llevado a cabo ninguna iniciativa en forma de inversión económica que pueda dar credibilidad a su proyecto, a pesar de que en los últimos días ha hablado con varios jugadores del filial rojinegro para preguntarles sobre sus intenciones de futuro.Mientras el propietario noda señales, el club intenta realizar un acto de supervivencia.

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