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El título ‘virtual’ de campeón de liga ya está al sac i ben lligat. Cuando todavía quedan tres jornadas para la conclusión del campeonato regular, la victoria ante el Huracán (2-1) consolidó al Nàstic como el mejor del grupo 3 y le concedió todos los privilegios de campeón:jugar la eliminatoria directa de ascenso a Segunda y, en caso de derrota, una segunda oportunidad en el play-off. Junto con el Cádiz, los primeros equipos en asegurarse esos derechos.
Le habrán tosido más o menos, pero casi todos los equipos de la liga (a excepción del Cornellà) han hincado la rodilla ante los granas. Desde el Lleida, cuando visitó el Nou Estadi con posibilidades de colocarse líder (1-0), el Hércules, al que superaron 0-3 en su propio estadio y ayer, el Huracán Valencia, un conjunto que había mantenido el ritmo infernal del Nàstic en este tramo final de liga y que ayer también besó la lona (2-1) ante casi 10.000 espectadores que llenaron las gradas del Nou Estadi y vieron a su equipo celebrar por todo lo alto y con todo merecimiento la consecución del campeonato regular. El segundo de la historia grana.
El cuadro de Toni Seligrat fue resistente. Aguantó el cuerpo a cuerpo con el Nàstic y encajó cada gol sin derrumbarse, lo que le permitió llegar a los minutos finales con opciones de sacar un resultado positivo del Nou Estadi. Tuvo ocasiones para haber sumado, como mínimo el empate, pero le falló la efectividad, la que tuvo el Gimnàstic. O más bien, Rayco, ‘pichichi’ del equipo –con catorce tantos– y protagonista ayer por sus dos goles y su posterior expulsión.
El equipo de Toni Seligrat arrancó con la línea de presión muy adelantada. Tratando de impedir una salida del balón cómoda de los granas desde atrás. Los valencianos son especialistas en provocar errores y aprovecharlos. Aridai cazó un mal pase de Manolo Martínez, ayer central, y aunque perdió el cuero en la frontal, Tariq pudo golpear el esférico dentro del área. Reina seguro se lanzó al suelo para blocar la pelota (3’). Jesús Rubio asombró al Nou Estadi. No se parecía el jugador que pasó por el Nàstic la temporada pasada con más pena que gloria. Ayer estuvo en todos los lados. Comandando el juego de los suyos con orden.
Moreno pobló el centro del campo con Rocha, Cristóbal y un Luismi que aunque partía como interior derecho, concentró su radio de acción en el centro del campo. Ayudando en las labores de creación. Fue el futbolista cacereño, ex del Huracán, el primero en enseñar los dientes a su exequipo. El meta Paco despejó su tiro (22’).
Con Luismi en pasillos interiores, Mossa tenía todo el carril derecho para su proyección ofensiva. La utilizó con inteligencia. En el minuto 25 puso un centro medido que Rayco, en carrera, cabeceó al fondo de la red.
La suerte del campeón acompañó al Nàstic cuando, al filo del descanso, un mal despeje de Azkorra se estrelló en el travesaño. Amarilla, que seguía la jugada en el segundo palo, no fue capaz de rematar a puerta vacía.
La segunda mitad comenzó igual que la primera, con una clara ocasión para los valencianos. Una media vuelta de Tariq que acabó en las manos de Reina. Le siguió una nueva oportunidad visitante, de San Julián, con un disparó contra el lateral de la red.
La parroquia grana respiró más tranquila cuando Rayco puso el segundo en el marcador (61’). El canario solo tuvo que empujar el cuero después de que Azkorra hubiera superado al portero Paco y que el balón quedara muerto en el área.
Cinco minutos después del gol, Rayco volvió a ser protagonista. El delantero grana vio dos amarillas en un minuto. La primera por discutir con un rival y la segunda por impedir el saque de una falta. Tercera expulsión en dos partidos para el Nàstic.
Era el turno de sacar el oficio. El Huracán adelantó líneas y el Nàstic desplegó su excelente sistema defensivo. Jesús Rubio hacía bascular a su equipo de lado a lado sin encontrar un resquicio en el entramado grana. La defensa respondía a cada intento valenciano. Solo un rebote, tras un disparo del propio Rubio, dio hecho el gol a Javi Navarro.
Faltaban cinco minutos para el final, más cuatro de añadido que marcó el árbitro Alfonso Melgares. San Julián y Agudo metieron el susto en el cuerpo a la grada, que al final pudo dar rienda suelta a la felicidad por el título.
La segunda tarea de la lista de esta temporada, la primera fue asegurarse la promoción, ya se puede tachar. Queda el reto final. El que dará valor a todo el trabajo hecho hasta ahora, el ascenso. Dos partidos separan al Nàstic de Segunda.
