Carlos Albarrán y Pol Ballesteros, recta final

El lateral de Badalona entrenó ayer con sus compañeros, mientras que el extremo de Vilassar completó la primera parte de la sesión con el grupo

20 octubre 2021 08:40 | Actualizado a 20 octubre 2021 08:57
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El Nàstic sonríe con más fuerza porque ayer recuperó en gran medida a dos soldados para las próximas batallas. Carlos Albarrán y Pol Ballesteros entrenaron con el grupo después de varias semanas de baja y apuntan a que pueden entrar en la próxima lista de convocados para el partido frente al Linares. Dos altas en la enfermería que le añadirán todavía más fondo de armario a un Raül Agné que posee una plantilla repleta de talento y alternativas.

Especialmente celebrada por el vestuario y el cuerpo técnico fue el regreso a los entrenamientos de un Carlos Albarrán que ha vivido una pretemporada y un inicio de curso de pesadilla en el que no ha podido sentirse futbolista. Ya no pudo comenzar la preparación veraniega al mismo ritmo que sus compañeros tras dar positivo en Covid.

El 27 de julio, una vez superado totalmente el Covid, el lateral de Badalona regresaba a la dinámica grana. No fue por demasiado tiempo, ya que en plena pretemporada volvía a tener otro percance físico que le obligaba a parar por una ciática. Otra vez tocaba pasar por la enfermería y su progreso se detenía para desesperación del defensa.

Consecuencia de la ciática se perdió gran parte del tramo final de la pretemporada, pero todo apuntaba a que iba a llegar al debut oficial en Primera RFEF frente al Atlético Sanluqueño. No fue así porque durante la semana de preparación del duelo frente a los andaluces cayó lesionado del tobillo en un entrenamiento. Sintió el dolor y rápidamente comprobó que esa lesión no tenía buena pinta. A los pocos minutos el edema en su tobillo no admitía pruebas, otra vez las lesiones le habían golpeado.

El diagnostico no fallaba y a Carlos Albarrán se le diagnosticaba un esguince de grado II del ligamento lateral externo y el ligamento lateral interno del tobillo izquierdo que le iba a tener fuera entre 6 y 8 semanas como así ha sido. El proceso de recuperación ha sido lento, pero firme. El lateral de Badalona no quiere más dolencias físicas y quiere volver con más fuerza que nunca. Es consciente de que la competencia de Pol Domingo está ahí, pero quiere sumar para el grupo. De hecho, el lateral derecho grana ha sido suyo en los últimos dos años y medio y Raül Agné ya ha dejado entrever en varias ruedas de prensa que le considera una pieza importante.

Ballesteros, cerca del regreso

El caso de Pol Ballesteros ha sido distinto. El jugador de Vilassar de Mar caía lesionado frente al Real Madrid Castilla hace un mes. Una lesión en el isquiotibial de su pierna derecha le iba a apartar entre cuatro y seis semanas de los terrenos de juego. Justo en el momento en el que parecía estar acumulando más minutos y volviendo a adaptar ese rol de revulsivo en el que el año pasado fue tan diferencial.

Ballesteros completó la primera parte de la sesión de ayer con el grupo y está acortando los plazos de recuperación, por lo que su regreso también está cerca. Además ahora puede volver en un momento oportuno, ya que el Nàstic sigue sin encontrar un jugador ideal para la banda izquierda y está adoleciendo de uno contra uno y desborde.

Dos de las virtudes que más domina el extremo de Vilassar que puede ser la pieza que falta en ese costado. De momento, su presencia en la convocatoria del domingo no está asegurada, pero tampoco descartada y todo dependerá de como evolucione en su recuperación en estos días de entrenamiento antes del domingo.

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