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«Nunca he partido del concepto de si soy hombre o mujer en el sentido que soy alpinista y eso es lo que siempre me ha guiado». Catherine Destivelle, una de las mejores escaladoras y alpinistas de la historia, vivió su clímax mediático a finales de los 80 y 90, por sus ascensiones en competiciones de escalada y por llevar a cabo durísimas expediciones en la Antártida, los Alpes o el Tibet.
La francesa, nacida en Orán (Argelia) en 1960, visitó el Auditori Diputació de Tarragona para la presentación del Cicle de Muntanya con una conferencia titulada De l’escalada boulder a l’alpinisme, en que ha hecho un repaso a su trayectoria.
«En el mundo del deporte hay la tendencia de hablar sobre las diferencias entre hombres y mujeres y sus capacidades físicas -apunta Destivelle-. Pero en la montaña nunca me he planteado ser la primera en abrir una vía, por si antes lo había intentado un hombre o una mujer. Se debería de hablar más de injusticias y diferencias en otros ámbitos, sobre todo en el trabajo, no tanto en el del deporte».
Tiene muy claro que aunque la montaña sea un escenario duro ella la visita para disfrutar. «Intento pasármelo bien y obtener un cierto placer. No voy a plantar cara a la montaña, ni a luchar ninguna batalla, ni a pasarlo mal.
Tampoco voy nunca de buena a primeras sin haberla entrado, estudiado y observado previamente».
Para Destivelle, «tanto la ciudad como la montaña son ámbitos que cohabitan y son complementarios. La ciudad puede ser muy enriquecedora, se pueden hacer muchas cosas, hay museos y actividades.
La gente de ciudad necesita ir a la montaña, de la misma forma que la gente de la montaña tiene que bajar a la ciudad. Así que me quedo con las dos».
La única vez que Destivelle compitió en una competición de escalada en España fue precisamente en La Riba. Sobre su incursión en los Juegos Olímpicos explican «es un deporte que ha cambiado mucho, ahora se hace mucha roca indoor.
Pero es bueno porque es una actividad que aporta muchos beneficios, no solo el hecho de la concentración que requiere, también te hace olvidar del día a día.
En Francia la escalada es el tercer deporte en importancia en el colegio. Me parece muy positivo que la escalada entre en los Juegos Olímpicos y todo lo que sea difundir el deporte».
A finales de los 90 Destivelle empezó a recortar los ascensos en solitario y desarrolló una carrera activa como conferenciante y escritora. Además desde hace cinco años es editora: «Todavía es nuevo para mí y aún estoy descubriendo cosas.
Un poco como la escalada, cuando me dedico a algo, lo hago a fondo. Intento aplicar el mismo rigor porque es interesante compartir este mundo y me lo paso muy bien, aunque no me gano la vida con ello».
«Ser editora me ha permitido tratar temas que hasta ahora no se habían trabajado en la edición en Francia, pues me encuentro en una posición de privilegio, por todos los contactos que tengo en el mundillo de la montaña».
Un paisaje, que ya sea en libros, conferencia o aventuras, siempre le acompaña.
