Conquistadores de la piscina

Durante años, en esta disciplina un grupo de jugadores se ha alternado entre el CN Tàrraco y el Reus Ploms, únicos representantes de la provincia. Esta temporada, al fin, coinciden ambos

19 mayo 2017 16:29 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:34
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

El waterpolo es un deporte minoritario en Tarragona. En cambio es uno de los deportes más completos que existen. Combina la dureza física de la natación con el rigor táctico de un partido de balonmano. Pese a que en nuestra provincia no resulta una disciplina histórica, residen figuras, piezas clave que han luchado por mantener el waterpolo vivo, más allá del color del gorro.

Durante años, muchos jugadores han ido y venido del CNTàrraco al Reus Ploms, mientras ambos se alternaban su existencia. Por primera este curso, coinciden y se enfrentan en un derbi acuático.

Muchos de los jugadores que a lo largo de últimos años han liderado el waterpolo provincial, fueron los pioneros del equipo absoluto de la sección del CN Tàrraco, en 2001: Un grupo de jóvenes, procedentes de la categoría júnior del club, junto a otros venidos del Reus Ploms, que entonces canceló su equipo waterpolista.

Durante cinco años el club tarraconense presumió de equipo pero en 2006, las tornas se cambiaron. El Reus Ploms se refloreció ante la desaparición de la sección en Tarragona. Los jugadores, amantes del waterpolo por encima de todo, se desplazaron a las piscinas del Baix Camp.

Por tres temporadas, casi siempre con los mismos nadadores y un gran ambiente en el vestuario, el cuadro plomista asumió el protagonismo del waterpolo de la demarcación. Incluso llegaron a disputar dos promociones de ascenso ante el Igualada, en 2008 y 2009.

Después de aquellos episodios reinó un vacío general. Sin equipo. Ni tarraconense, ni reusense. Sus deportistas, desamparados, tenían que recurrir al recuerdo para disfrutar del waterpolo en primera persona.

Pero tras cinco años, un pequeño grupo de jugadores –otros habían marchado al Igualada– quería alimentar ese gusanillo que les recomía por dentro y volvieron a impulsar la sección de waterpolo en el CNTàrraco. A finales de 2014, empezaron a entrenar y ya en 2015 competían de nuevo.

Animados por este empuje, algún miembro del equipo dejó el bloque y camino de Reus. Tras un torneo solidario surgió la posibilidad de refundar la sección plomista. Lo echaron adelante. Tras muchos vaivenes, los dos clubs conviven en Segunda Catalana, donde esta temporada ya se han vivido dos derbis. Encuentros de máxima tensión, frente a viejos compañeros.

De toda esta aventura, en el CNTàrraco perviven Omar Pérez, Alex Morato y Jose Javier Montón, capitán y coordinador de la sección. El resto son jóvenes, muchos de ellos aún en edad de formación. En el club hay el primer equipo masculino, femenino y un infantil y alevín mixtos.

Dani Sañedo, Israel Álvarez y Pere Bellido son los supervivientes en el Ploms. Sólo cuentan con un primer equipo, aunque es normal ya que es reciente de esta campaña. Pero con las ganas de seguir creciendo en la base.

Los entrenadores Jordi Figueras, del Tàrraco, y Javi Álvarez, del Ploms, también coincidieron en ambos equipos. Tras compartir gorro, ahora se miden como líderes de vestuario. Historias paralelas, sentimientos opuestos.

Son equipos jóvenes en que todavía tienen que asimilar mecanismos del juego. En la categoría, la mayoría de equipos, muchos filiales, son superiores. Más allá del Manresa y el Garraf, el otro equipo de un nivel parejo es su vecino. Sumado a la rivalidad propia de los derbis y la ilusión por dar continuidad al waterpolo en sus ciudades, hace que este deporte resurja con más fuerza que nunca.

Comentarios
Multimedia Diari