David, el MVP que pide paso

El tarraconense David Domènech, de 19 años, ha sido elegido mejor jugador de la primera vuelta en Superliga 2. Lidera al Hotel Río Carnaval de Badajoz, cuarto

19 mayo 2017 20:44 | Actualizado a 22 mayo 2017 07:46
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David Domènech (Tarragona, 19 años) vive y come en un hotel extremeño y es uno de los jugadores jóvenes con más proyección de España. Con su exultante juventud, este opuesto que en la campaña pasada militó en el SPiSP mientras se recuperaba de una lesión, lidera ahora al Hotel Río Carnaval de Badajoz, un conjunto recién ascendido a la Superliga 2 (la segunda máxima categoría estatal del voleibol) que aspira a todo, incluido el ascenso a la elite.

El club pacense es cuarto clasificado y acaba de sellar el pase para la fase final de la Copa Príncipe. En esa entidad emergente brilla por encima de todos su líder, David, convertido en el máximo anotador de esta Superliga 2 y elegido como el MVP de la primera vuelta. «Me está saliendo todo a pedir de boca. Ya tenía ganas de sentirme jugador a este nivel después de las lesiones», añade este habitual del sexteto ideal de la jornada y todo un martillo percutor del ataque, con 212 puntos por bloqueo: «Estoy contento. Arrastraba una tendinitis crónica. Físicamente estaba hecho polvo pero aquí he hecho mucho trabajo específico y estoy cada vez mejor».

David, con 1,88 metros de altura, es una de esas perlas fabricadas y pulidas en un centro de alto rendimiento, diseñadas para la elite. Se fogueó a partir de los 13 años en el CV Sant Pere i Sant Pau. En su segundo año de infantil, disputó su primer Campeonato de España con la selección catalana. En su segundo año como cadete ya era capitán del combinado catalán que se proclamó subcampeón de España, justo antes de recalar, con 15 años, en la residencia Blume, una fábrica de cracks de elevadísima exigencia, donde se curtió para el profesionalismo. Allí estuvo dos campañas. En su segundo año como juvenil dio el salto a Superliga 2 de la mano del Barça. Luego vinieron las lesiones que le mermaron durante casi un año, hasta su espectacular resurgimiento. «He mejorado sobre todo en el físico y a nivel mental, de confianza», asume. Eso le ha permitido echarse al equipo a las espaldas en una categoría equilibrada: «He ganado en experiencia, a la hora de afrontar un partido difícil, de tener responsabilidad en un ‘tie break’».

También es el mejor sacador de toda la categoría. «Venir a Badajoz me permitía seguir progresando y creciendo. Aquí me ofrecían buenas condiciones. Es un club nuevo. Lo formó el presidente cuando tenía 19 años, con pocos apoyos, pero ha ido creciendo», explica. La entidad le permite residir en el hotel que ejerce de patrocinador principal, mientras él, por las mañanas, sigue estudiando Administración y Direción de Empresas, una carrera que comenzó en la URV.

Tal es su buen rendimiento que el runrún del mercado ya le circunda. «Siempre hay comentarios, pero de momento me centro en mi equipo. No me importaría seguir aquí hasta acabar la carrera. De todas maneras, estamos sólo a mitad de competición. Ya habrá tiempo para pensar en el futuro», explica. Con el bagaje cosechado este curso, David no descarta pronto el salto a la elite, la Superliga española, o bien la aventura en el extranjero. «No me importaría irme a jugar fuera. Las cosas en España están complicadas y a veces no queda otra que irse a ligas más fuertes a competir», indica. A base de diagonales imposibles y remates envenenados, David, el joven que desde pequeño mamó el voleibol en casa –su pasión por este deporte le viene de familia– ya es un MVP que pide paso entre los grandes.

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