De Vilabella a la final de la Champions en el Wanda

Fútbol. Jesús Pérez, mano derecha de Pochettino en el Tottenham, tiene la oportunidad de levantar el título el próximo 1 de junio en el Wanda

10 mayo 2019 11:39 | Actualizado a 13 mayo 2019 17:29
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Jesús Pérez (48 años) ya llevaba mucho ‘tute’ cuando conoció a Mauricio Pochettino en el RCD Espanyol hace casi una década. Criado por decisión familiar en el pequeño municipio de Vilabella (Alt Camp) tomó contacto con el fútbol bien pronto. Hizo sus pinitos en el césped (o la tierra, que gobernaba entonces el fútbol territorial) pero sabía que lo suyo era la banda, detrás de la línea. 

Acumuló todas las acreditaciones posibles (INEF, Máster en Preparación Física, título de entrenador UEFA-PRO, preparador nacional, etc.) para poder ejercer con criterio documentado. Después comenzó a escalar el ‘Castell’ del fútbol. Con la misma convicción que cuando era enxaneta en la Colla Vella de Valls. 

El trayecto tuvo su etapa en el Nàstic (1995-98). Acababa de dejar un proyecto en Alcanar y trataba de hacerse un hueco en el mundo del fútbol. Fue Ángel García, exjugador grana y entonces segundo entrenador de la primera plantilla, le abrió la puerta de la Budellera. Primero ofreciéndole el puesto de entrenador del amateur. Después, propiéndole para preparador físico del equipo de Segunda B. 

Jordi Gonzalvo, técnico granate, le pidió que hiciera una planificación de entrenamientos hasta final de curso. Incluyendo un hipotético play-off. En 48 horas tenía el dossier encima de su mesa. Le gustó y le dio el cargo.

Fueron tres años en Can Nàstic en donde también puso los cimientos del fútbol base grana.   inicio de su andadura de trotamundo del fútbol. Castellón, Murcia, Pontevedra, Rayo Vallecano, Almería, Arabia Saudí y Al-Itthihad fueron las ‘universidades’ donde aprendió el oficio Jesús Pérez. Especialmente Murcia, donde vivió todas las fases de un equipo que pasa de Segunda B a Primera División. Allí estableció sintonía con técnicos como Pepe Mel, Gonzalo Hurtado o Manolo Preciado.

Conectó con Pochettino desde el primer momento, como admite el técnico en el libro Un mundo nuevo, del periodista Guillem Balagué. La complicidad llegó rápida y cuando el exfutbolista necesitó un recambio para Di Blasi, pensó en el vilabellense. Desde entonces no hay destino al que vaya Pochettino en el que no le siga Jesús Pérez. El argentino mima a su cuerpo técnico. Tanto como para renunciar a un puesto si no se garantizan las condiciones económicas que considera justas a sus ayudantes. 

Lo comprobaron en Southampton que asumieron el coste o perdían la posibilidad de incorporar al entrenador argentino. Sabia decisión británica.

Dos temporadas en el sur de Inglaterra les abrieron las puertas de la inmensa Londres. El Tottenham se confiaba al ‘team Pochettino’ para recuperar brillantez en su escudo. En cinco temporadas, y menos desembolsos que sus vecinos (Arsenal y Chelsea), el equipo del norte de la City ha pasado de ver la Champions desde el salón de casa a jugar una final. La que disputarán el 1 de junio en el Estadio Wanda Metropolitano ante el Liverpool.

Una cita que se conquistó de manera épica. El gol de Lucas Moura que remontaba la eliminatoria en el Johan Cruyff Arena de Amsterdam frentee al Ajax (que se fue al descanso con 3-0 global en la eliminatoria) llegó justo cuando se cumplían los 5 minutos añadidos de juego que decretó el colegiado.

La locura ‘spur’ se desató primero en el césped y luego en el vestuario. En declaraciones a Tarragona Ràdio el propio Jesús Pérez explicaba que no había dormido tras una noche mágica. «No hay palabras para describir lo que el fútbol te puede llegar a dar». Un momento mágico que dan sentido a todo el trabajo realizado en todos estos años. Pero incluso cuando él es el protagonista, uno de ellos, mira hacia aquellos que «siempre han creído en mí cuando otros no lo hacían».

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