Declarado el estado de 'Guzzismo'

Raphael Guzzo se suma al proyecto Garai tras recibir el alta médica. El luso se rompió el menisco de la rodilla derecha en pretemporada y no ha debutado todavía

23 noviembre 2017 18:27 | Actualizado a 27 noviembre 2017 14:31
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Rapha Guzzo (Sao Paulo, 1995) vio en Rialp como el menisco de su rodilla derecha pedía a gritos una revisión. Se lesionó durante el stage veraniego, en época de reivindicaciones ante el nuevo jefe, Aritz López Garai. El portugués, aunque de raíces brasileñas, precisó pasar por el quirófano y además aprobar un examen de paciencia. De cuatro meses para ser exactos. Lo que ha tardado en volver. Esta misma semana, el enganche, exponente infalible de la cantera del Benfica, se ha sumado a la lista de posibilidades del técnico, tras recibir la deseada alta médica. Apto de nuevo, dispuesto a demostrar, Guzzo ve como se ha declarado un estado que le distingue en Reus. Existen adeptos al ‘Guzzismo’.

Con apenas 22 años y quilates en sus dos piernas, este futbolista de cierto aire flemático se enfrenta a una temporada clave en su porvenir. Debe convencer y alcanzar una frecuencia regular en el once. Algo que no logró el pasado curso, donde asomó en 17 partidos y no añadió goles a su repertorio. En todo caso, el juego de Guzzo responde a un perfil más asociativo que directo. Jugador de buen pie, ligero para descubrir espacios y ágil para formar sociedades. Veremos hacia dónde camina su nuevo tránsito.

El mismo Reus se ha encargado de avanzar el regreso del joven aspirante, que hace un par de semanas que se deja ver con el resto del grupo en los entrenamientos, aunque vigilado con lupa por los servicios médicos. Hasta que su cuerpo no ha respondido con firmeza nadie ha acudido al riesgo. De ahí el festejo de su vuelta. Guzzo ofrece un ramillete de opciones apetecibles para Garai. Un actor con talento para actuar en zonas diferenciales, las de media cancha en adelante. Luego resta por ver dónde le hace hueco el técnico, en ese libreto táctico del 4-3-3.

Guzzo es uno de los tipos que ambienta el vestuario con bromas por segundo. Su rostro suele andar impregnado de felicidad. Sonríe sin apenas descanso. Se le ve cerca especialmente de Ricardo y Gus Ledes, compatriotas y además inseparables en los tiempos de ocio. También mantiene una relación estrecha con Vítor Silva y su familia. Lo que parece una evidencia es que la adaptación a la ciudad se ha consumado con una naturalidad imponente. A pesar de la juventud de Guzzo, éste no ha acusado la distancia respecto a su gente. Vive feliz.

Su comunidad de seguidores en las redes sociales se encuentra eufórica. Y es que Guzzo se ha convertido, probablemente, en el jugador actual del Reus con mayor número de fans a nivel cibernético. Su etapa en el Benfica, en la selección de Portugal en todas sus categorías inferiores le colocaron como una de las grandes promesas del fútbol luso. De ahí el grupo de entusiastas que jalean el éxito de Raphael, todavía con el porvenir en su mano.

El mediapunta todavía no ha completado ni siquiera un rato de amistoso en este curso, así que el cuerpo técnico intentará mimar su reaparición de forma progresiva, sin arriesgarle el físico. Con la energía renovada, Rapha se sube a un barco que ya ha conquistado 20 puntos y que aspira a hacerse grande en el infierno de la igualdad. En eso se ha convertido la Segunda División, un lugar que castiga ferozmente a los confiados y que premia la inconformidad. Todos sus inquilinos andan avisados. Hasta el punto que encadenar tres victorias consecutivas se ha transformado en una hazaña para privilegiados. En La Romareda hay una cita el sábado. De esas para románticos. Además, con el estado de Guzzismo declarado.

Comentarios
Multimedia Diari