Diego Costa y De Gea, la cara y la cruz de España

El delantero brilló con dos goles y el portero fue protagonista en lo negativo por un fallo garrafal

16 junio 2018 19:15 | Actualizado a 16 junio 2018 19:23
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En los Mundiales todo se mira con lupa. El rendimiento individual de los futbolistas no es excepción. Tanto para lo bueno como para lo malo. En España hubo dos jugadores que acapararon focos tras el partido ante Portugal. Uno despertó sonrisas, el otro lágrimas.

Diego Costa ha sido siempre un delantero discutido en España. Su estilo de juego no casa con el de la selección, al menos hasta el partido del este viernes. El ariete hispano brasileño entiende el fútbol como una brega constante. Le gusta acudir al espacio y se suele desesperar cuando no tiene espacios. Justamente aquello que siempre le suele faltar a España.

Ante Portugal, el punta del Atlético de Madrid rescató a la selección cuando más apática yacía sobre el terreno de juego. Fue un gol de los suyos. De esos en los que mezcla fe y calidad a partes iguales. Recibió un balón largo de Sergio Busquets y tras chocar contra Pepe diseñó una jugada tremenda en la que regateó a todos los defensas de Portugal y tras varios amagos conectó un disparo que entró rozando el palo de la meta defendida por Rui Patricio.

No contento con eso, volvió a empatar el partido con España cuando Portugal se había vuelto a adelantar de manera cruel en el marcador. Su segundo gol fue de nueve puro. Si algo le sobra a Diego Costa es olfato goleador. Empujó en boca de gol un cabezazo de Busquets para poner el empate a dos en el marcador.

Más allá de los goles, por fin la afición española pudo disfrutar con Diego Costa en su equipo. Se le vio cómodo en el estilo de la Roja. Combinativo, cayendo a banda y dándole esa vertiente más vertical que en ocasiones es necesaria para variar el juego de posesión sobre el que redunda España.

La actuación del hispano brasileño ha servido para que los rumores sobre quién debe ser el delantero titular de España en Rusia queden enterrados. Costa se ha ganado ser el nueve de la selección y si está a un nivel como el del viernes, la Roja puede contar con uno de los delanteros más voraces de la competición sin ningún tipo de dudas.

No puede estar tan feliz David De Gea. El guardameta de la selección completó un estreno desilusionante en Rusia. Si de algo estaba segura España es que contaba con uno de los mejores porteros de la cita mundialista. Al menos sobre el papel, porque luego sobre el terreno de juego el meta del Manchester United sigue sin exhibir esa seguridad que muestra cuando juega con los diablos rojos.

Ya venía de cometer un fallo clamoroso ante Suiza en el penúltimo amistoso antes del Mundial de Rusia. En todo caso, el destino le tenía una jugada todavía peor preparada. Ayer, cuando el partido ya acariciaba el pitido final que enviaba a los dos equipos al descanso, De Gea protagonizó una de esas jugadas que se quedan grabadas. Cristiano Ronaldo conectó un disparo desde la frontal tenso y raso que iba dirigido a las manos del meta español. En teoría, era un remate muy asequible de atajar. No fue así. El guardameta de la selección no colocó bien el cuerpo y el cuero se le escapó de las manos para acabar colándose en su portería.

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