Diluvio de talento (Pobla 1-0 Santfeliuenc)

Una obra maestra de Pol Ballesteros permite al filial grana seguir en la cuarta plaza de la clasificación que da derecho a los play off

29 abril 2018 15:32 | Actualizado a 30 abril 2018 12:16
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Caminaba el encuentro sobre una intrascendencia desquiciante para una Pobla que no quería tropezar en la primera de sus tres finales por el play off. En la primera parte había engullido al Santfeliuenc, pero el premio del gol no había llegado. En la segunda mitad, daba la sensación de que los nervios y la precipitación podían aparecer de un momento a otro.

En el minuto 60, Pol Ballesteros recibió un balón en la frontal predilecto para el golpeo. No ejecutó. Tomó una decisión contraria al pueblo y probablemente muy distinta a la que hubiesen tomado muchos de sus compañeros. Sin embargo, fue fiel a su juego. Siempre busca el uno contra uno sin desmayo, un registro del juego que domina con su velocidad y su regate. En aquella ocasión lo volvió a hacer, se coló entre una nube de piernas y fue sorteando rivales con una delicadeza maravillosa. Cuando había conquistado a todos los rivales habidos y por haber, se plantó frente al portero y definió con una suficiencia demoledora. Cuerpo atrás y caricia al balón con el interior para mandarlo al fondo de la red. A la Pobla le llegaba el premio un poco tarde, pero la cuestión es que llegó.

El choque estuvo marcado por una fuerte tromba de agua intermitente en la primera mitad y constante en los minutos finales. Juanma Pavón apostó por un 4-3-3, ante la baja de Gabri Vidal y dio entrada a Pol Blay que se situó como interior en el esquema diseñado por el onubense. En todo caso, la propuesta de juego no sufrió alteraciones. La Pobla volvió a ser aquel equipo protagonista con balón, incisivo por banda y solidario sin balón.

 

Los primeros 45 minutos fueron brillantes porque los granas asediaron la meta de Pacheco y solo el infortunio les privó de verse por delante en el marcador. En la banda derecha, los pobletenses encontraron un paisaje exquisito para el destape. Brugui y Pol Valentín formaron un flanco diestro temible y de alto voltaje. Uno mima el balón, el otro disfruta en el espacio.

Pueden pensar que enfrente hubo un rival dócil si leen que la Pobla asedió en los primeros 45 minutos, pero la realidad es que el Santfeliuenc fue un conjunto ordenado, que acumuló mucha gente por detrás del balón y que con su defensa de cinco no fue fácil destaparle las vergüenzas.

La ocasión más clara de la primera mitad la tuvo Moha con un cabezazo que se topó la madera. Precisamente, el delantero grana tuvo otra ocasión de manera prácticamente consecutiva, pero su dura volea se encontró con una antológica parada de Pacheco.

Al descanso se llegó con empate a cero y con la sensación de que aquel iba a ser un partido que presentaba serios riegos de encallarse. Y así fue, porque en la segunda mitad la Pobla no pudo estar tan autoritaria como en la primera y el Santfeliuenc llevó el partido a una tesitura más física.

Por fortuna para los de Pavón, el talento natural de Ballesteros emergió y decantó el partido del lado local. El Santfeliuenc buscó el empate en los minutos finales con más corazón que fútbol. Pero no había nada que hacer, aquel partido lo había decantado Ballesteros con su talento en medio de un diluvio.  

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