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La historia entre Juan Delgado y el Nou Estadi no pasa por un buen momento. Probablemente, estamos ante la relación más tensa que ha vivido la afición con uno de los suyos en las ultimas temporadas. El feeling es inexistente y en el encuentro ante el Huesca, la hinchada granada lo hizo palpable. El chileno no salió de partida, pero entró en la primera mitad para relevar al lesionado Uche. El Nou Estadi despidió entre aplausos al nigeriano. Con el chileno, fue todo diferente, la recibida no fue nada agradable.
Juan Delgado ha sido un fijo durante toda la temporada. Tanto para Carreras como para Rodri. Su nivel ha estado muy lejos de lo esperado, pero pese a ello, desde el banquillo siempre se ha ensalzado la figura del chileno. Rodri ha llegado a defenderle de manera individual. La confianza que le ha dado el técnico barcelonés es incuestionable.
Sin embargo, Juan Delgado no está siendo un futbolista brillante en sus actuaciones. De hecho, éstas suelen ser bastante grises. Con balón, el chileno no está nada fino. Malos controles, conducciones sin confianza, pases sin sentido y en el remate tampoco está nada acertado.
Pero lo que más desquicia a la afición grana es la indolencia que muestra el chileno en algunas de sus acciones sin balón. La afición observa como futbolistas como Barreiro hacen un esfuerzo extra en la presión, mientras que a Juan Delgado se le ve muy incomodo a la hora de perseguir el balón.
Peores números
La temporada de Juan Delgado está siendo peor en sensaciones y números. En el curso pasado, el chileno acumuló cuatro goles. Curiosamente, llegaron entre las jornadas 24 y 29, en ese tramo de la temporada en el que Merino logró sacar la versión más brillante del internacional por Chile.
Esta campaña, Delgado suma solo dos goles, aunque hay que resaltar que siempre que el chileno ha marcado el Nàstic se ha llevado los tres puntos al zurrón. Fue en la victoria ante el Albacete en el Nou Estadi por 3 a 1, en el estreno de Rodri en el banquillo grana, y en la goleada a domicilio frente al Córdoba (1-5).
No cabe duda de que la relación entre Juan Delgado y el Nou Estadi atraviesa su peor momento. No obstante, el chileno lo tiene fácil para cambiar las tornas. Marcar y pelear son los dos factor claves para capear el temporal.
