ENTREVISTA: Rodri 'Quiero que el equipo juegue según su naturaleza ofensiva y vertical'

A Antonio Rodríguez ‘Rodri’ no le gusta hablar de él porque entiende la figura del entrenador como una pieza más de un engranaje destinado a favorecer el desarrollo del fútbol de los jugadores. Jugó una temporada en el Nàstic (1993-94). Un año duro individualmente porque se lesionó en pretemporada y estuvo cuatro meses parado. El fútbol le da la oportunidad de resarcirse y dar al Nàstic lo que no pudo darle como delantero.

27 septiembre 2017 19:16 | Actualizado a 29 septiembre 2017 13:50
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- ¿Esperaba la llamada del primer equipo?
- No. Estaba ilusionado con la Pobla. Muy centrado en la pretemporada que habíamos hecho, de mucho contenido táctico y conceptos nuevos, a la espera de que llegaran los resultados. Entonces me llamó Emilio (Viqueira) para plantearme la posibilidad. Me había sorprendido verlos tan pendientes del filial en amistosos y entrenamientos. Me comentó que había visto mi manera de trabajar y querían darme la oportunidad de coger el equipo. 

- ¿Le dicen que es provisional?
- Lo que me dicen es que están contentos con mi trabajo en el filial, que lo que sucede en el primer equipo no es muy habitual y necesitan una solución rápida. Que me ponga a trabajar lo antes posible. Día a día. Intentando ayudar a los futbolistas y el club irá decidiendo. Es lo que hice. 

- ¿Lo entiende como una oportunidad?
- Todo profesional quiere avanzar y entrenar lo más alto. Claro que es una oportunidad, pero entendí que había una dirección y un presidente que habían decidido darme la responsabilidad y su confianza. Piensas más en ellos que en ti. En recompensar con trabajo su confianza y apoyo en una situación compleja. Elsentimiento personal queda en segundo plano. Sólo quiero ayudar al club y a los jugadores.

- Lo dijo en rueda de prensa y lo transmite en cada pregunta. ¿No le gusta hablar de usted?
-Hemos visto equipos que ganan con entrenadores exigentes, otros lo hacen con técnicos más dialogantes, que tácticamente son rigurosos y entrenadores que dan mucha libertad. Se puede ganar de todas maneras y con todo tipo de entrenadores. Los futbolistas son la parte importante. El entrenador tiene que intentarles ayudar de una manera o de otra. Lo que sí estoy haciendo es disfrutar y aprovechándome de todo el cuerpo técnico. Es de alabar la manera tan rápida con la que se creó. ¡En un día!

- Pero conocía a Santi Coch.
- Sí, de coincidir aquí hace 23 años. Eduardo también había coincidido con él en el curso de entrenadores en Melilla. Desde entonces no habíamos tenido más relación. A Jordi , Oli y Miguel Ángel no los conocía. Aún así nos juntamos rápidamente y estamos aprovechando todo el potencial del grupo. Por eso digo que hablar de mí cuando somos un cuerpo técnico no es bueno ni justo por mi parte. Muchas cosas de las que digo no son propias sino fruto del debate entre el colectivo.  
- ¿Cuántas horas le dedica al fútbol?
- Ni más ni menos que las que dedica un entrenador comprometido con un club. Habéis tenido un gran entrenador, Vicente Moreno, y me dicen que en esto hay una semejanza. Es un honor y orgullo que me puedan comparar con él en este sentido.

- ¿Recuerda qué les dijo a los futbolistas en su primera charla?
- Les dije que entendía su tristeza, pero que íbamos a ayudarles en todo lo que pudiéramos y estaríamos 24 horas a su servicio para mejorar su juego.

- 4 puntos de 6 posibles. ¿Se está ganando el puesto?
- Estoy contentos por los jugadores. Que reciben recompensa a su trabajo con resultados. No voy más allá. Solo quiero ayudar al club y a los jugadores.  Si Emilio me dice que vaya al cadete me voy encantado. Un profesional tiene que darse a su club en 
todos los aspectos.

- ¿Va viendo su marca en el equipo?
- Intentamos que el equipo tenga más seguridad en lo que hacen. Que jueguen según su naturaleza, ofensiva y vertical. A lo que mejor se sienten. Intentando no desplazar a nadie de su posición. En ese sentido, sólo estamos ‘jugando’ con Maikel Mesa, para darle equilibrio al equipo y el jugador está respondiendo sensacional. 

- Cuando fue jugador del Nàstic, ¿se había imaginado entrenarlo? 
- Ni había pensado dedicarme a ello. Me llegó la vena cuando coincido con Eduardo Vílchez en Palamós. Empezamos a hablar de fútbol. De Maturana, de su experiencia en Valladolid. Veo que lo entiendo y me atraen esos pensamientos. Los pongo en práctica como futbolista y funcionan. Comencé con críos y ví que me gustaba. Luego llegó Raül (Agné) y me echó una mano. Creyó mucho en mí y fuimos evolucionando juntos.

- De dónde procede su visión ofensiva del fútbol.
- Un delantero siempre tiene la tendencia de mirar más para aelante que para atrás. Como jugador entendía el ataque como agresividad. Después entendí que esa intención tenía que estar dirigida por un conocimiento táctico y en eso me ayudó mucho Eduardo. Él era centrocampista y me enseñó los caminos del gol. Con Raül aprendí el juego posicional y la iniciación del juego que tanto domina. De ese cóctel sale una combinación de agresividad a dósis justas.

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