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Toledo, Real Unión, Alcorcón, Cádiz, Alcoyano... Se consumó otro drama copero blanco en Alcoy. En una noche de esas que dejan heridas profundas, el Real Madrid dijo adiós a la Copa del Rey a las primeras de cambio, víctima del total fracaso, uno más, de una segunda unidad señalada definitivamente, incapaz ni siquiera de resolver una eliminatoria ante un Segunda B, pero a la que tampoco pudieron enmendar teóricos pesos pesados en la prórroga.
El once en Alcoy era de circunstancias, eso es cierto. Con dos debutantes como Lunin y el canterano Chust, titular junto a Militao en el eje de la zaga blanca pues Nacho se quedó en Madrid por un contacto de riesgo. Por lo demás, jugadores con muy pocos minutos esta temporada como Marcelo, Odriozola, Isco o Mariano, otros algo más rodados como Valverde o Vinicius y solo Casemiro y Lucas Vázquez de los fijos. Con estos ingredientes, el Madrid debería haber resuelto el compromiso, pero ni eso.
Dominó en la primera parte en cuanto al control del balón, pero adoleció de profundidad y velocidad en la circulación y se metió en un lío después del empate de Solbes en el tramo final tras el gol de Militao al borde del descanso.
Empató el Alcoyano en el tramo final y ya con la soga al cuello reaccionó el Madrid, que metió una marcha más para tratar de eludir la prórroga. Centró Marcelo y el testarazo de Lucas Vázquez lo desbarató con una buena intervención José Juan. Apenas unos minutos después, un barullo en el área acabó con remate en escorzo de Militao, en una jugada en la que los futbolistas del Madrid reclamaron un penalti que sí pareció. Sin VAR todavía en la Copa, la acción acabó en nada y con ello la prórroga fue ya inevitable.
Resulta significativo que Zidane acabase los 90 minutos reglamentarios con un solo cambio, pues hasta la prórroga no recurrió a Asensio, Hazard y Kroos. Los pesos pesados para salir del entuerto. La tuvo Benzema, también Marcelo, pero José Juan, en una gran noche, también frenó a ambos. Incluso se quedó con diez el Alcoyano, pero los penaltis asomaban ya en el horizonte, y con ellos el drama blanco. Sin embargo, ni siquiera le hicieron falta los lanzamientos desde los once metros al Alcoyano, pues Juanan dio la puntilla.
