El Barça se lleva a cinco jóvenes talentos del fútbol tarraconense

Los técnicos pescan talento local, lo que confirma el buen hacer de clubes como Nàstic o CF Reus  

04 octubre 2018 19:55 | Actualizado a 05 octubre 2018 08:20
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El Barça se ha acostumbrado a ‘pescar’ a lo grande en Tarragona. El flujo de chavales que se incorporan a la disciplina azulgrana a cada inicio de temporada no se detiene. En esta ocasión son cinco. El curso pasado fueron cuatro y anteriormente, de una tacada, siete jugadores pasaron a formar parte de la base azulgrana. 

La dinámica es reflejo del talento de casa pero, sobre todo, del buen trabajo con la categorías inferiores que realizan los clubes. «Se están haciendo muy bien las cosas a nivel de zona. Hay clubes como el Nàstic y el CF Reus que están trabajando muy bien. La materia prima está. El trabajo de los equipos es excelente. Lo que hacemos nosotros es fijarnos en eso y continuar después la formación», cuenta Agustí Zaera, observador del Barça en la provincia y responsable de la tecnificación.

No siempre son historias de éxito rotundo. A veces la experiencia dura unas pocas temporadas porque la disciplina azulgrana es exigente. No todos aguantan el ritmo: salida del colegio, viaje en taxi hasta Barcelona, entrenamiento, regreso a casa, cena y a dormir; en medio de la vorágine hay que arañar tiempo para los deberes. A esa agenda apretada se añaden los partidos del fin de semana. Todos los padres coinciden en el consejo: «A mi hijo le digo que disfrute de la experiencia, que la aproveche y que sea feliz». 

Aglutinadores de calidad

La prioridad siguen siendo los estudios y la formación, pues al fin y al cabo son niños. El fútbol se vuelve entonces una aventura extra, con el añadido de que es el Barça el que está llamando a la puerta. «El club impresiona mucha y hace ilusión, pero lo primero es el colegio. Eso hay que tenerlo en cuenta desde el primer día», cuenta uno de los padres. 

En esta labor, el Nàstic y el CF Reus ejercen de catalizadores del genio y la habilidad en ciernes que aparecen en equipos menores. Ellos captan a pequeños futbolistas con más proyección que luego pueden dar el salto al Barça. Los movimientos en la cantera del Barça no cesan: durante la temporada el rastreo, los informes y los tests son constantes. Luego se cierran los fichajes para empezar la temporada a partir del mes de septiembre. Hasta 63 chavales se han incorporado a la cantera azulgrana para la nueva campaña, muchos de ellos procedentes de Catalunya pero también llegados de otros lugares. 

El club ‘culé’ debe asegurar bien el tiro cuando ficha a alguien que vive más allá de Barcelona. De alguna manera, tanto la inversión como la exigencia del jugador    –por los constantes desplazamientos durante la semana– es mayor. A veces el pequeño futbolista curtido en la calle de un barrio o en la plaza de un pequeño pueblo, más allá del área metropolitana barcelonesa, tiene unos rasgos diferenciales que atraen al gran radar de talento del Barça. 

En la nueva hornada, la horquilla de edades es amplia. El cadete Óscar Grela, adquirido del Nàstic, tiene 15 años y es el mayor. Aitor Rivera, portero vendrellense que viene del Calafell, es el más pequeño. Tiene sólo siete años y juega en el prebenjamín. El fútbol siete es el formato preferido para incorporar a los futbolistas. Aunque son aún unos niños, es el momento ideal para absorber los conceptos del ADN Barça. 

A ese seguimiento constante se añade la labor de los centros de tecnificación. En ellos, una vez a la semana, diversos técnicos azulgranas inculcan su filosofía a jóvenes jugadores de equipos locales. Las sesiones, llamadas ahora Barça Academy Perfeccionamiento, se hacen en el campo de Mas Pellicer, en Reus. Son clases de entrenamiento bajo el modelo del Barça, que los pequeños compaginan con el ejercitamiento y los partidos en sus respectivos conjuntos. Es otra deriva más del detector del club ‘culé’, que sigue haciendo Masia en Tarragona. 

Óscar Grela. Un portento físico en ataque llegado desde Santa Oliva

Tiene 15 años, es de Santa Oliva, estudia en El Vendrell y juega en el cadete A del Barça. Óscar Grela ha fichado por el club azulgrana procedente del Nàstic, donde ha destacado por su instinto ofensivo como delantero. Físicamente es un portento. Aguanta bien el balón, crea espacios y se desenvuelve a las mil maravillas forcejeando con los rivales. En su última temporada en el equipo grana marcó ocho goles en 19 partidos disputados en División de Honor, saldo que le valió para incorporarse a Can Barça.

Viaja desde su municipio en el taxi que el club prepara para que los más pequeños se desplacen a entrenar y jugar. Óscar Grela se convirtió en objeto de deseo para las canteras más potentes. Espanyol, Celta de Vigo o Levante también se interesaron por él, que finalmente se decantó por vestirse de azulgrana. Se ha adaptado a la perfección a su nuevo equipo, una piedra de toque excepcional para sus grandes objetivos. El más ambicioso habla de llegar a jugar en el primer equipo ‘culé’. Otro desafío es alcanzar el profesionalismo y poder vivir del fútbol. Óscar Grela está en camino. 

Genís Clúa. Un delantero versátil que salta del CF Reus al benjamín ‘culé’

Genís Clúa se ha incorporado al benjamín B. Allí ya está perfeccionando sus habilidades en ataque, desenvolviéndose con versatilidad como delantero o mediapunta, en función de las necesidades. También puede caer a banda derecha. El pequeño Genís comenzó en los babys de Sant Pere i Sant Pau, luego dio el salto al CDC Torreforta y después pasó al CF Reus, entidad aglutinadora de buena parte del talento futbolístico más joven en la provincia. Genís vive en Boscos Tarragona pero su familia procede de Pinell de Brai (Terra Alta).

En la primavera pasada llegó el interés del Barça, que le acabó incorporando después de varias pruebas e informes positivos. Ha sido fichado junto a Sergi Mayans, que procedía del mismo equipo del CF Reus. Su objetivo está claro: aprender al máximo durante el tiempo que dure la vivencia y pasárselo bien. Curiosamente, su referente no es ningún delantero, sino un azulgrana de toda la vida al que ha admirado siempre por su carácter y su temperamento: Carles Puyol.

Jan Ferrer. El defensa central tarraconense con visión de juego

Jan Ferrer, recién incorporado al alevín del Barça, cumple 10 años este octubre. Es central, aunque también puede desenvolverse como mediocentro. El pequeño defensa tarraconense destaca por el control de la pelota, la visión de juego, el manejo con la cabeza y la técnica con los dos pies. Empezó a jugar en 2015, en el prebenjamín del CUSA, en La Granja. Desde allí dio el salto a otro club de un barrio de Ponent: La Floresta, donde fue benjamín de primer año.

Por entonces comienza a destacar tanto que ya es convocado con la selección de Tarragona. El curso pasado ficha por el CF Reus, uno de los clubes de la provincia que más está cuidando la cantera. Allí juega en el benjamín de segundo año, queda campeón de Liga y tercero de Catalunya. A mitad de temporada, llega la llamada del Barça, que anda buscando un central. Hacia el mes de abril empiezan las pruebas y poco después se acaba incorporando.

Ya se empapa de la experiencia, sin otra consigna que la de disfrutar y sacarle todo el jugo a una experiencia que trasciende a lo deportivo. Natural de Boscos Tarragona, es fan de otro referente local, Guillem Jaime, el extremo de Torreforta que esta temporada ha dado el salto al filial del Barça, después de haber pasado en diez años por todas las categorías azulgranas. 

Aitor Rivera. El portero de El Vendrell que destaca por su carácter  

Aitor Rivera, de siete años, jugaba en el prebenjamín del Calafell cuando tuvo una doble oferta. El CF Reus se interesó por ficharle y fue a hacer las pruebas. Cuando iba a cerrar su traspaso al club del Baix Camp, una llamada del Barça lo cambió todo. Fue a probar al club azulgrana y en dos días ya le comunicaron su fichaje. A los técnicos ‘culés’ les sedujo las virtudes de este portero zurdo: buen manejo de los pies, seguridad bajo palos y un carácter sobre el césped que le hace destacar.

Aitor comenzó jugando en los babys de la UE Tancat, donde estuvo dos años, hasta dar el salto al Calafell. Ahora este niño vendrellense admirador de Ter Stegen que estudia en el Sagrat Cor juega en el prebenjamín del Barça, una inigualable oportunidad para su destreza pero también para su idilio con el deporte: sigue el fútbol incluso de las ligas extranjeras. Se fija, cómo no, en los porteros. 

Sergi Mayans. Del fútbol base de L’Hospitalet de l’Infant a Can Barça

Sergi Mayans, de nueve años, juega esta temporada en el benjamín B del Barça, donde despacha su habilidad en defensa, manejándose de central o por la izquierda. Tanto en el campo como fuera asombra por su madurez. Su progresión ha sido especialmente fulgurante. Sergi viene del fútbol base de L’Hospitalet de l’Infant.

Allí le vio jugar Xavi Castro, coordinador del fútbol base del CF Reus. Tanto él como Iván Taranilla han sido claves en el ascenso del jugador y su seguimiento. El CF Reus le hizo una prueba y se incorporó pronto al club rojinegro, donde ha estado tres temporadas. Fan de Leo Messi y de Gerard Piqué, siempre destacó por jugar con otros niños mayores. De momento, en el Barça está feliz, satisfecho de disfrutar de una experiencia única, al alcance de pocos.  

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