El Barça B, un equipo fiel a sus principios

Fútbol asociativo. El filial azulgrana domina el juego de posición, pero defensivamente ofreció dudas en su debut frente al Algeciras (1-1)

04 septiembre 2021 07:10 | Actualizado a 04 septiembre 2021 07:20
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Algo sucede cada año y es que analizar al Barça B resulta bastante sencillo, entiéndame porque lo digo. El juego azulgrana es sofisticado y atractivo, pero también constante en el tiempo. Da igual los nombres que estén en el once inicial, si la camada es más o menos brillante, el filial culé siempre juega igual. El hecho de ser siempre un equipo joven aumenta las facilidades a la hora de vislumbrar sus virtudes y defectos.

El Barça B ha cambiado este año de entrenador en un movimiento totalmente inesperado que se produjo en verano. García Pimienta era despedido como técnico del filial y la nueva junta directiva liderada por Joan Laporta anunciaba la llegada de Sergi Barjuan, un canterano y exfutbolista del primer equipo que aterrizaba tras entrenar a equipos de superior categoría como Almería, Mallorca o incluso en el fútbol chino donde dirigió al Greentown.

El Nàstic ya ha jugado ante el Barça B. Fue durante esta pretemporada en un partido que finalizó sin goles. Un encuentro en el que los granas comprobó que el filial culé quiere seguir siendo dueño y señor del cuero, sobre todo en casa. En el Nou Estadi las cosas podrían cambiar, ya que todo apunta a que los tarraconenses serán un equipo mucho más agresivo, que apostará por una presión intensa en bloque alto y que solo se replegará cuando sea totalmente necesario.

En la primera jornada ante el Algeciras, el Barça B fue un equipo que se descubrió sin sospechas. Destapó todas sus virtudes y defectos. Con balón fue un conjunto que cogió velocidad de crucero en algunas fases del encuentro. Demostró dominar el juego asociativo y de posición que nace en los pies de su portero, Arnau Tenas, que juega como libero en fase ofensiva. Tiene todavía más mérito que el filial azulgrana tuviese instantes muy buenos con balón si se tiene en cuenta que ninguno de los tres teóricos mediocentros titulares estuvo presente en el Johan Cruyff. Ese rol parece estar destinado a Gavi y Nico Rodríguez (convocados y que debutaron con el primer equipo) y Jandro Orellana (todavía no inscrito tras ser refichado después de finalizar contrato con los azulgranas).

Ante las ausencias emergió la figura de Aranda, futbolista fichado este verano de la cantera nazarí y que ofreció un recital sobre todo en la primera parte. De sus botas nació el primer gol en una jugada individual en la que dejó solo y en boca de gol a Nils Mortimer.

No obstante, el filial azulgrana también dejó ver sus carencias, siendo un equipo que arriesga en exceso en salida de balón y eso lo paga caro. También es un conjunto que en los centros laterales y en el balón parado defensivo no ofrece mucha seguridad. Cierto es que tuvo que defender en inferioridad por una expulsión de Arnau Comas en la segunda mitad, pero dejó señales de que se le puede hincar el colmillo.

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