El CBT se despide del ascenso directo a LEB Plata

BALONCESTO. El equipo de Berni Álvarez pierde también el segundo partido de la fase final ante Estudiantes (84-72) 

17 mayo 2019 17:36 | Actualizado a 18 mayo 2019 10:05
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El CB Tarragona no ascenderá a LEB Plata. El equipo tarraconense perdió también el segundo partido de la fase final ante Movistar Estudiantes (84-72) y se quedó sin opciones de subir directamente de categoría a falta de un partido para cerrar la fase, a expensas de lo que suceda en Algeciras-Ardoi que se está jugando ahora.

El CBT volvió a cometer los mismos errores que frente Ardoi. No compareció en el primer tiempo. Ninguna de las señas de identidad del campeón de la Conferencia C aparecían en el Pabellón Ciudad de Algeciras. Dolía ver a un equipo tan alejado de sí mismo. Un conjunto preso de los nervios y de la situación.

Solo Ferran Torres ofreció su versión. Y vaya versión. La mejor posible: 31 puntos, 7 rebotes y 35 puntos de valoración. Un solista excelso sin acompañamiento. La orquesta funcionó en el último cuarto. Cuando las luces ya se iban apagando. Justo para dejar destellos de la exquisita sintonía que embruja al Serrallo. Un melodía que aún le queda una última actuación. La despedida de Berni Álvarez. El jefe se merece el mejor adiós posible.

Ferran Torres estaba molesto con el rendimiento del equipo en el primer partido. También  con el suyo. Había estado muy tapado por lo pívots de Ardoi y no había podido tirar de sus compañeros como suele hacer. Tenía esa espina clavada y desde bien pronto se propuso quitársela para echarse el CBT a su espalda. Expulsó los fantasmas con siete puntos seguidos para marcar territorio. Adriá Duch le quiso acompañar. También necesitaba sacarse el mal sabor de boca del primer día, donde estuvo muy impreciso. Sumó dos triples para probarse. El tarraconense y el castellonense se quedaron solos y Estudiantes, más coral y metido en intensidad, arrolló al CBT.

Entendió el filial madrileño que su partido no iba a estar en la linterna, sino fuera de ella. Aplicó un alto ritmo de partido para incidir en el cansancio que acumulaban los hombres de Berni Álvarez y sacó provecho. Los jóvenes madrileños completaron un primer cuarto acertadísimo desde la línea de tres (5/7). Los internacionales estudiantiles (Alderete y Tamayo) pusieron la moto para dejar atrás al CBT en el marcador al finalizar el primer tiempo (17-29).

Volvió a cundir el desánimo. Las pérdidas (hasta 12 antes del descanso) y las concesiones en los rebotes. La defensa azulada estaba bajo mínimos. No llegaban ni a la mitad de la velocidad que imponía Estudiantes que pasó por encima del CBT. Tamayo se convertía en un huracán imparable. 16 puntos anotó él solo en los primeros dos cuartos, además de tres rebotes. El francotirador lituano Giedraitis aumentaba la sangría tarraconense desde la línea de 6,75. Encestó 5 de 8 en 20 minutos. A Alderete (11)  también le funcionaba la mano de manera excelente. Y mientras los tarraconenses sumaban errores, los madrileños se divertían. Expresaban su alegría juvenil sin reservas.

Torres seguía tratando de liderar a su equipo. Pero estaba muy solo. Cada canasta del pívot de l’Hospitalet de l’Infant respondía Estudiantes con tres aciertos consecutivos. La diferencia entre ambos se iba incrementando a marchas forzadas. A los cuatro minutos de la segunda manga, los madrileños duplicaban la anotación azulada (22-44). A partir de ese punto fue una batalla constante para reducir la distancia y meterse en el partido. Una guerra que la seguía haciendo en solitario Ferran Torres. Y no fue suficiente. Al descanso el 30-51 ya no presagiaba nada bueno.

La mayoría de jugadores de Estudiantes andan jugando juntos desde infantiles. Sus movimientos corales están perfectamente coordinados. Se relevan en el liderazgo, aunque Tamayo y Alderete llevan la voz cantante. Junto a ellos Dovydas Giedraitis. Un martillo pilón desde la línea de tres.

Frente al colectivo, el CBT no respondió. El colapso mental que aquejaba al equipo desde el primer cuarto del primer partido no se había disipado. Los esfuerzos seguían siendo insuficientes. Daba para competir el resto de cuartos, pero no para girar un marcador tan adverso. Y eso que en el tercer periodo comenzaron a aparecer Tugores, Zanca y los hermanos Fernández.

Estudiantes no bajaba revoluciones. Llegaba a todas las ayudas e impedía que los jugadores cebetistas pudieran lanzar liberados. Se entró al último cuarto sin muchas opciones (69-51) y se desató la frustración. Tugores cometió dos faltas casi consecutivas que le mndaron al banco a falta de sies miutos para acabar el encuentro. Los colegiados se pusieron quisquillosos y sacaron de quicio a un CBT que necesitaba de agresividad para tirar a la heroica.

Una épica que se empezó a dibujar a falta de cinco minutos. Del 74-58 se pasó al 74-68 que abrió las puertas de la remontada. La mente se despejó y los engranajes que han funcionado durante toda la temporada volvieron a rodar. El CBT se reconoció en la pista. Ese equipo aguerrido y generoso en el sacrificio se activó. Demasiado tarde. Un triple de Nacho Arroyo rompió con la magia. Ese arrebato no llegó a tiempo. Recortó el marcador pero no para alcanzar al último minuto con opciones de disputar.

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