El Nàstic apuesta por el pleno al nueve

«Tranquilidad, vamos a ganar los tres partidos que quedan». Esa es la frase que se repite en el vestuario del Nou Estadi a lo largo de esta semana. La derrota cosechada ante el Ibiza que venía precedida de dos empates ante Villarreal B y Alcoyano no ha menguado la confianza plena que tiene en sus posibilidades la plantilla del Nàstic. Los jugadores y el cuerpo técnico reconocen que quizás está faltando un poco más de eficacia en esta segunda fase en ambas áreas, pero también defienden que las sensaciones no son malas y que ante el Ibiza se fue superior en todos los aspectos del juego menos en el más importante: el gol.

Si algo ha caracterizado este año al vestuario tarraconense es el sentimiento de unión que ha latido desde el primer minuto de temporada. Ni se puede comparar con el del año pasado como han reconocido varios jugadores de manera pública y privada. Este curso todo el mundo suma y el interés colectivo está por encima del personal. Siempre hay excepciones, pero son contadas, ya que la gran mayoría de los jugadores quieren llevar al Nàstic al fútbol profesional de nuevo. Ese fue el objetivo marcado desde un comienzo y el paso del tiempo reforzó ese objetivo.

Por ello el billete a la PRO se celebró con alegría, pero sin excesiva euforia desde dentro. Entendían que había motivos para estar felices, pero que todavía no se había hecho nada. Las posibilidades del equipo ya se intuían que eran máximas y solo se quería celebrar una cosa a lo grande: el ascenso a la Segunda División.

Cuentas claras

Ya en el ecuador de la segunda fase y sabiendo que ahora mismo no depende de sí mismos, la plantilla tiene claro que eso dicen los números, pero no las sensaciones. Si ganan los tres partidos que restan y suman un botín de nueve puntos estarán en el play off de ascenso a la Segunda División, ya sea como entre los tres mejores clasificados del grupo III o como el mejor cuarto de los cincos grupos que también estará en la fase final, premio extra para el que se tiene todas las opciones.

Hay dos argumentos sólidos que hacen pensar a cuerpo técnico y jugadores que el pleno al tres es totalmente posible. El primero es el juego y las sensaciones del equipo. El partido ante el Ibiza solo hizo que reforzar esa idea. Se vieron superiores al conjunto celeste durante todo el partido y el sentimiento de rabia era evidente tras el pitido final; habían perdido ese encuentro sin merecerlo. Con el paso de las horas y tras el visionado del encuentro, se sigue coincidiendo en que fueron mejores.

Calendario factible

El otro argumento que les hace ser optimistas es el calendario restante. Son conscientes de que no hay partido fácil, pero entienden que las dos últimas jornadas le pueden beneficiar. El Villarreal B ya se sabe que es un filial peligroso, pero ni mucho menos asusta. Si el Nàstic hace su partido y está más contundente en ambas áreas puede ganar. Si se le ha ganado al Barça B, que es para muchos el mejor filial de la categoría, porque no se puede hacer lo mismo ante el submarino amarillo en su feudo.

Las dos últimas jornadas pueden deparar que haya como rivales dos equipos que ya no se jugarán nada. El Alcoyano puede llegar ya matemáticamente a la penúltima jornada sin opciones. Lo hará en un Nou Estadi en el que solo ha salido con una victoria debajo del brazo el Ibiza, por lo que la confianza es plena. Ya en la última fecha espera un Ibiza que ya está clasificado para el play off final y que acudirá al último partido con menos tensión competitiva, esa que provoca que no se juegue nada, y con un once en teoría con varios jugadores que no tienen la etiqueta de imprescindibles.

La hora de la verdad ha llegado y la plantilla del Nàstic está convencida de que es su momento. Nueve puntos en juego. Tres victorias. Los cálculos están hechos. El play off sigue en la mirilla y se cree más que nunca. Villarreal B es la primera parada. La primera final. Mucho más que tres puntos. No es una frase tópica. Es la realidad.