El Nàstic sonríe en Sant Andreu

Los granas derrotan al sant andreu en la tanda de penaltis y acceden a las semifinales de la Copa Catalunya

19 mayo 2017 17:54 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:23
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El Nàstic necesita reir. Aunque sea de manera tímida. Son tan pocas las celebraciones que ha vivido la plantilla en este inicio de temporada, que cualquier triunfo, por pequeño que sea, debe acogerse con satisfacción. Pasar a semifinales de Copa Catalunya, frente un rival de Tercera división y por la vía de la tanda de penaltis no es que sea un hito, pero merece una sonrisa. Cualquier factor positivo es bueno para refrescar la cabeza.

El Narcís Sala vivió un partido de esos que el equipo ‘pequeño’ espera con ilusión y que el ‘grande’ se lo toma como una obligación incómoda. Incomodísima en el caso del Nàstic. Los jugadores granas tienen la cabeza en Elche (próximo partido de Liga), en dejar atrás esa maldita dinámica negativa que les tiene atados sin remedio a la cola de la clasificación de Segunda. No estaban para bordar un encuentro antipático en Sant Andreu. Estaban para pasar y ya está.

Bien pudieron hacerlo antes de la tanda de penaltis si la falta de gol no tuviera tan embrujados a todos los delanteros que visten la camiseta del Nàstic. Da la sensación de que saldría Luis Suárez vestido de grana y no daría pie con bola. Sin Uche ni Álex López y con Stephane Emaná aún recuperándose de las molestias físicas de diversa índole que le vienen acompañando desde comienzo de curso, sólo quedaba acudir al filial, a Iván Vidal, para probar de mejorar el acierto de cara a puerta. No hubo manera.

Todo guardameta que se enfrenta ante el Nàstic acaba aparentando ser la reencarnación de Zamora o Lev Yashin. El portero del Sant Andreu, Segovia, le privó al cuadro grana de un triunfo menos sufrido. En la primera mitad salvó una doble ocasión de Muñiz y de Giner. En la segunda, fue Rayco el que tuvo un doble cara a cara con el meta local. Segovia le ganó el duelo. Al arquero quatribarrat le dio tiempo hasta de sacar de la línea de gol un remate de su propio compañero Juanma.

Dimitrievski aprovechó su no convocatoria con Macedonia para exhibir habilidades en Sant Andreu. Estuvo seguro en las dos intervenciones serias que le exigieron los jugadores barceloneses. El cacereño Luismi, ex del Nàstic, fue uno de los futbolistas más destacados de las filas cuatribarradas. Estuvo a punto de marcar en una acción personal en la que sentó a Gabri Vidal. El tarraconense Ton Alcover también se agrandó ante el Nàstic, guerreando en el centro del campo.

Vicente Moreno dignificó la Copa Catalunya con un once plagado de futbolistas de la primera plantilla. Los hermanos Vidal y Vadillo fueron los únicos representantes del filial. En la segunda mitad, los cambios hizo que el peso del equipo se desplazara hacia los futbolistas de la Pobla, que tenían a su entrenador, Martín Posse en la grada del Narcís Sala.

Ahí estaban también los capitanes Manolo Reina y Tejera (Bpuzón y Molina estaba en el campo), junto con Manolo Martínez, Lopo y Saja. Los pesos pesados que saltaron al campo para festejar el pase a semifinales y usarlo como un trampolín que ayude a encontrar el camino de la victoria en el Martínez Valero el sábado.

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