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La dirección deportiva del Nàstic ha empezado a contactar con los primeros objetivos de su lista de fichajes. Entre los que han recibido esa llamada inicial para conocer su situación contractual y las opciones de recalar en el equipo grana la próxima temporada está Aleix Coch. El central tarraconense de 28 años cumple su tercer curso en el CE Sabadell, donde se ha convertido en uno de los puntales del equipo. Superando incluso una grave lesión de rodilla.
Aleix Coch es un jugador que gusta mucho al técnico Toni Seligrat. Fue el valenciano el que en 2018 le llevó a la Nova Creu Alta para convertirle en uno de sus ‘soldados’. Un movimiento que el preparador de Torrent querría repetir en Tarragona.
El central reúne prácticamente todos los requisitos que busca el Nàstic. Un futbolista consagrado ya en la categoría, tarraconense y formado en la cantera grana. Listo para recuperar el sentimiento de pertenencia.
De concretarse la operación, sería la segunda etapa de Aleix Coch en el Nàstic. Con apenas 21 años disfrutó de dos temporadas en el primer equipo. Después de recorrer prácticamente todos los eslabones de la cantera grana, el futbolista tarraconense siguió con el legado en el Nou Estadi que iniciaron su padre Enric, y sus tíos Santi y Ramón. Junto con Virgili, los hermanos Fran Vélez y Ñoño, su primo Joel Coch y Eugeni lideraron una generación de canteranos que aprovechaban la tesitura -el recién descenso del club a Segunda B y la presencia de Kiko Ramírez en el banquillo grana- para irrumpir con fuerza en el primer equipo tarraconense.
No fue una andadura fácil. A ese Nàstic, como al actual, le costó readaptarse a la categoría de bronce por esas ánsias histriónicas de regresar al fútbol profesional -en buena parte por una emergencia económica que ponía en riesgo la viabilidad de la entidad. Aleix, como el resto, sucumbió víctima de una exigencia extrema para tanta juventud e inexperiencia. Aguantó dos años a un nivel más que aceptable, sumando un total de 26 partidos.
Su romance con el Nàstic se interrumpió cuando el club le abrió la puerta a buscarse una salida. Kiko Ramírez lo acogió con los brazos abiertos en L’Hospitalet para convertirlo en un pilar de la zaga ribereña. Solo se perdió 66 minutos en toda la temporada liguera. Y por obligación. Ni siquiera cumplió partido de sanción porque apenas vio tres cartulinas amarillas en todo el curso. El segundo año en la Feixa Llarga, ya sin su valedor Kiko Ramírez, fue menos prolífico con 24 partidos en total.
Badalona fue su siguiente destino. De la mano del técnico Manolo González formó una dupla rocosa en el centro del la zaga junto con Moyano. El resultado fue un equipo de los menos goleados del grupo que cedió la cuarta plaza del play-off en la última jornada en beneficio del Baleares.
Un año espléndido que llamó la atención del Sabadell de Toni Seligrat. El actual entrenador del Nàstic apostó por Aleix Coch que acabó disputando 32 partidos.
En la 2018/19 siguió siendo titular indiscutible para Seligrat hasta que una grave lesión de rodilla - rotura del ligamento cruzado anterior y el ligamento colateral interno de la rodilla izquierda- le hizo perderse el resto de la temporada. Debido a la lesión comenzó más suave que el resto de sus compañeros. Pero en cuanto estuvo plenamente recuperado, sobre la jornada 8, Hidalgo le entregó la titularidad y no la abandonó hasta que la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 obligó a interrumpir la competición.
Aleix tiene contrato con el club arlequinado hasta el 30 de junio. No ha firmado la renovación aunque ahora está centrado en la fase de ascenso a Segunda División que el Sabadell disputará como tercer clasificado del grupo 3.
