El PSG ya tiene su ansiada final (Leizpig 0-3 PSG)

Tras años de decepciones, el poderoso proyecto catarí peleará por primera vez por la 'orejona' tras superar con claridad a un Leipzig irreconocible 

18 agosto 2020 21:08 | Actualizado a 19 agosto 2020 10:14
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El París Saint-Germain ya tiene su ansiada final de Liga de Campeones. Ocho largos años de decepciones continentales, sonados fracasos y remontadas casi imposibles en contra tienen al fin su esperado premio para el faraónico proyecto catarí en la capital francesa, tradicionalmente tan lejos de los grandes centros de poder del fútbol europeo y que ya sueña con alcanzar la deseada 'orejona' el domingo en Lisboa. La artillería del PSG fue imparable en el duelo entre proyectos jóvenes, alejados de la élite continental hace unos años pero que a base del músculo financiero de Catar y de Red Bull, respectivamente, han acabado por desafiar la férrea jerarquía de la Liga de Campeones.

No marcaron Neymar ni Mbappé, como ante la Atalanta, pero no hizo falta cuando además brillaron en otros muchos aspectos más allá del gol. El brasileño, que maravilló en cuartos y sólo falló frente al marco rival, volvió a errar a la hora de la verdad en un mano a mano ante Gulacsi en el que envió su remate de exterior al poste. Fue un aviso, antes de que Di María se estrenase en esta fase final tras no jugar en cuartos por sanción con un saque de falta preciso, medido incluso, fruto de su exquisita zurda, para el cabezazo de Marquinhos, de nuevo goleador después de rubricar el empate frente a la Atalanta. Con el Leipzig lejos de la versión que dio ante el Atlético y la ventaja en el marcador, todo era plácido para el PSG de Tuchel, en un panorama sólo ensombrecido por una cojera ostensible de Neymar, que por suerte para los suyos no fue a más.

Mbappé, buscado permanentemente en largo para explotar su tremenda exuberancia física, se topó con la intervención de Gulacsi, que evitó el 0-2. Ni rastro de la salida de balón ni del toque fluido entre los hombres de Nagelsmann, que acumulaban pérdidas de balón más que comprometidas cuando enfrente se encuentra un arsenal de la categoría del ataque parisino.

Una carrera espectacular de Laimer por banda derecha dio lugar a la mejor ocasión del Leipzig en la primera parte, pero Poulsen remató desviado cuando tenía todo de cara. Respondió Neymar, por el que pasa absolutamente todo el juego del PSG, y que se atrevió incluso a probar con una falta lejanísima. Cuando todo el mundo esperaba el centro, sorprendió con un remate que se topó con el palo.                      

La sensación era de resultado corto a tenor de los méritos acumulados por el PSG, que se encontró con un regalo inesperado en una muy mala salida de balón de Gulacsi. Neymar tocó de tacón para Di María y el 'Fideo' no perdonó en el mano a mano. Con el campeón galo desatado Neymar tuvo el tercero, pero su acierto lejos del área se volvió a evaporar cerca del gol con un remate desviado.
              

Nagelsmann, desbordado con lo visto en la primera parte, metió a Forsberg y Schick al regreso del paso por vestuarios, en un intento desesperado por hacer reaccionar a su equipo. La fórmula pareció surtir efecto, pues el Leipzig pasó a llevar el peso del partido, fruto de la necesidad y de la complacencia de un PSG excesivamente confiado con su ventaja. En cualquier caso, tiene tanto poder ofensivo el dominador hegemónico de la Ligue 1 francesa que en su primer acercamiento al área contraria de la segunda parte, Di María volvió a fabricar un centro perfecto para que el español Bernat se erigiera en goleador inesperado de remate de testa. Revisó el VAR el gol, pero acabó subiendo al marcador para ir poniéndole el cierre al duelo.

El marcador resultaba tan demoledor que ni siquiera se puede decir que el Leipzig lo intentase más que su rival, pues el PSG jugaba ya con la decisión del que se sabe ganador. Mbappé tuvo su gol en un cabezazo desviado y Angeliño probó con un disparo a Sergio Rico, en una noche plácida del guardameta sevillano en su labor de sustituir con garantías al lesionado Keylor Navas. No dio para mucho más allá el duelo, que eso sí, sirvió para el regreso de Verratti al césped tras su lesión. Si el centrocampista italiano llega en condiciones de ser titular al domingo, el PSG tendrá otro motivo más para soñar en su primera final de Champions.

Comentarios
Multimedia Diari