El Palau rehabilita al Reus

Hockey. Los rojinegros suman la segunda victoria consecutiva en casa con una actuación solvente ante el Igualada (5-2)

07 marzo 2021 16:28 | Actualizado a 07 marzo 2021 16:39
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Àlex Rodríguez recogió una pelota en propia pista y desplegó su zancada poderosa, más propia de una manada. Sorteó rivales por despliegue y se plantó ante el arquero del Igualada, Elagi Deitg, con autoridad. En la última decisión, la más crucial, paralizó los sentidos y congeló el tiempo. Convirtió con una calma impropia de un tipo que volaba décimas de segundos antes. Gancho y al ángulo. El 1-0 compareció al cuarto de hora de partido y culminó una puesta en escena interesante del Reus, que decidió tomar la responsabilidad del juego.

Sin Marín, Garcia apostó de nuevo por el quinteto del pasado miércoles ante el Girona y el técnico halló estabilidad y equilibrio en el equipo. Tres jugadores exteriores como Bancells,  Àlex y Julià, cada uno de distinto perfil, y la figura del interior para Salvat. Así lo mandan los cánones. Más viejo que el propio hockey.

Àlex había inaugurado el envite con una media vuelta supersónica dentro del área que no perforó a Deitg de casualidad. Concretamente en la primera acción de la tarde. No se habían ni tomado el café los hinchas. Antes del 1-0 de Rodríguez, el Reus ya avisó con seriedad, pero precisó madurar su éxito. Y es que, por mucho que la clasificación diga lo contrario, el Igualada mantiene una nómina de actores consagrados. Nadie entiende su situación.

Cuando el Igualada optó por descubrirse y abrir la batalla, el Reus la definió, justo antes del intermedio. Disfrutó de algunas transiciones el equipo de Cesc Linares, pero chocó con el sistema defensivo rojinegro. Anduvo aplicado el Reus en el balance defensivo. En cambio, en la otra orilla, Salvat se apuntó a la felicidad del gol, en una contra que él mismo definió con un disparo de cuchara. Se coló por el primer poste. Poco después, a segundos para el respiro, Bancells consolidó la buena propuesta reusense con el tercero. Parecía que el trabajo estaba encaminado, pero nadie aconsejó al Reus de que se fiara.

No lo hizo. Se encargó de corroborar esa actitud Felipe Castro con un acierto poco habitual en su registro. Se incrustó dentro del cuadro del Igualada con una destreza propia de un delantero delicado y batió a Deitg con un tiro poco ortodoxo.

El cuarto gol del Reus le otorgaba confort y Garcia aprovechó para rotar el banco. En esa segunda línea suele emerger Nájera, un tipo exquisito en el mano y mano y en el patín. Si acabara la mitad de lo que genera ya le hubieran etiquetado como jugador de máximo nivel.

El Igualada mantuvo en alerta al Reus con dos dianas casi consecutivas. Baliu y Vives añadieron incertidumbre al desenlace, aunque por poco tiempo. Precisamente una azul a Ton Baliu permitió al Reus atacar con superioridad y el precoz Ferran Giménez remató en posición de interior a bote pronto. Fue el 5-2 y la sentencia.

El compromiso murió en la coherente gestión del resultado del Reus, que se arropó en la seguridad de Càndid Ballart cuando le adivinaron algún resquicio defensivo. El triunfo redescubre la versión más fiable de un Reus que, poco a poco, sutura su falta de tono post-parón por la pandemia.

Ficha Técnica

Reus Deportiu: Ballart, Bancells, Àlex Rodríguez, Salvat y Julià. También jugaron; Castro, Nájera y Ferran.

Igualada; Deitg, Baliu, Yeste, Palau y Teti Vives; Teti Vives, Bars, Marimón, Riba.

Goles; 1-0, Àlex Rodríguez (15’), 2-0, Salvat (21’), 3-0, Romà Bancells (24’), 4-0, Felipe Castro (27’), 4-1, Vives (31’), 4-2, Marc Palau (36’), 5-2, Ferran (37’).

Árbitros: Mayor y Cantos. Cartulina azul para Ton Baliu.

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