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Pudo ganar el Reus Deportiu después de haber sufrido un doloroso comienzo del partido en el que mantener la imbatibilidad se consideraba prácticamente un hecho utópico. Casi lo fue porque el Lleida salió con un nivel descomunal y los rojinegros tardaron en meterse en el partido. Ante estas dos inercias el marcador no tuvo más remedio que moverse.
Fue el Lleida quien lo agitaría de manera imponente. Primero fue Di Benedetto en el minuto 5 y después fue Andreu Tomàs en el minuto 6. Dos goles claves para definir el transcurrir del partido. Heroica para el Reus, resistencia para el Lleida. La cosa todavía se complicó más para los rojinegros cuando Oruste en el minuto 12 firmaría el tercer tanto para los locales colocando una ventaja de tres goles.
Fue ese momento en el que el Reus Deportiu volvió a demostrar tener un corazón campeón que late cuando más se le necesita. Los hombres de Jordi García completaron una pugna excelsa por igualar la contienda. Joan Salvat recortó distancias antes de que se llegase al descanso y Álex Rodríguez y Marc Julià empataron el marcador. El tanto del segundo llegó en una falta directa a falta de tres minutos para el final.
La remontada pudo ser completa si Alex Rodríguez hubiese anotado una falta directa de la que dispuso a falta de dos segundos para el final. Fue una bola de partido en toda regla. En todo caso, el Reus consiguió rascar un punto que se llegó a ver como improbable tras estar tres goles por debajo en el marcador y ya piensa en clave europea donde esta semana necesita sumar una victoria frente al Saint Omer francés.
