El Reus fulmina y luego pregunta

Hockey. Los rojinegros despiden 2020 con una victoria incontestable en la pista del Lloret (4-8)

19 diciembre 2020 21:04 | Actualizado a 19 diciembre 2020 21:11
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Àlex se atrevió con una aventura individual cuando apenas se habían consumido tres minutos. El desafío parecía inocente, aunque la apariencia no suele ser sincera. Ni en el hockey ni en la vida. Rodríguez tomó la puerta de atrás, el pasillo posterior a la portería. En lugar de girar el juego y empezar un nuevo ataque, decidió utilizar el cuerpo para ganarle la posición a su defensor. En la media vuelta definió con un remate de muñeca ante el joven Andreu Muñoz, el portero millennial del Lloret. El Reus abrió la veda con madrugón, en parte porque Àlex entró conectadísimo al envite.

El atacante de Sant Hipòlit persistió poco después, como si la prisa le atosigara para marcharse de vacaciones. Cambió de ritmo y provocó una azul al local Farré. No pensó jamás Rodríguez que iba a salir malparado en la caída. Salió sustituido y su entrenador decidió no arriesgarle durante el resto de la tarde.

Si la incidencia en el juego de Àlex resultó demoledora, la de Marín en el remate fue clínica. Culminó la directa con una movimiento delicioso, a una mano. No tardó en comparecer de nuevo en la enésima transición que encontró el Reus. Marín la culminó de nuevo con destreza cirujana y su equipo parecía volar. El 0-4 en 13 minutos llevó la firma de Julià, tras una combinación de primeras maravillosa con Marín. Otra vez, en una contra. Los de Garcia crearon una presentación de autor, en un partido a tumba abierta, conscientes de que, por calidad y contundencia, iban a superar a su enemigo, menos dotado técnicamente.

Eso sí, el técnico reusense alertó a sus jugadores de un registro que le mantenía preocupado; la defensa. No acabó de cerrar con candado el Reus y el Lloret exigía con frecuencia a Càndid. Esos presagios del técnico confirmaron a Marc González como una realidad indiscutible. Delantero interesante, el argumento más apropiado del Lloret para mantenerse de pie. Dos goles de González. el segundo de malabarista de circo, estético e ideal para un vídeo promocional de cualquier representante goloso, ofreció chance al Lloret, que se marchó al respiro vivo, cuando había visitado la muerte muy poco antes. 

El Reus sacrificó vértigo por control y halló la comodidad en el desenlace. No sólo gobernó el juego a nivel de ataque, sus balances defensivos sintieron la puntualidad. En ese escenario, los rojinegros mandaron al congelador el entusiasmo local.
Marc Julià ocupó el papel de estilete, con dos remates de distinto perfil. El 2-5, sin avisar, tras un preciso servicio de Nájera al segundo poste. El 2-6, de artista, por detrás de la portería, impactando la pelota a media altura. Una figura de artesanía para los gourmets del hockey. 

Con el mando absoluto de la escena, los rojinegros eligieron bien los tiempos para gestionar su ventaja. Ferran aportó el 2-7 y la resistencia del Lloret se esfumó. Con poco más de diez minutos para la conclusión, Jordi Garcia utilizó ese tiempo para repartir protagonismo y para guardar cartas indispensables con acumulación de minutos. Marín, Thiel y Marc González decoraron el resultado y presentaron el finiquito al extraño 2020, preso de la pandemia.

Ficha Técnica

CH Lloret. Muñoz, Farré, Aguirre, Marc Gómez, Marc Aguirre. También jugaron; Plaza, Thiel, Noguero.
Reus Deportiu. Càndid Ballart, Bancells, Àlex Rodríguez, Marín y Julià. También jugaron: Castro, Del Río, Nájera y Ferran.
Goles. 0-1, Àlex Rodríguez (3’), 0-2, Marín (7’), 0-3, Marín (11’), 0-4, Julià (13’), 1-4, Marc González (13’), 2-4, Marc González (17’), 2-5, Julià (32’), 2-6, Julà (38’), 2-7, Ferran (40’), 3-7, Thiel (43’), 3-8, Marín (46’), 4-8 Marc González (46’).
Árbitros. Ribas y Moreno. Cartulina azul para el local Farré y para el visitante Del Río..

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