El Reus no tira nada

Los rojinegros golean al Vic (6-1) en los cuartos de final de la Lliga Catalana y este fin de semana disputarán el título en la Final Four de Igualada. Alcoy o Girona, que se miden el jueves, rivales

19 septiembre 2017 21:24 | Actualizado a 22 septiembre 2017 16:17
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La cultura del Reus, su exigencia, le obliga a competir hasta las pachangas veraniegas. Queda prohibido por decreto ley tirar nada. Cada partido es una oportunidad para reivindicar el escudo y rescatar prestigio. Lo fue ante el Vic, en los cuartos de final de la Lliga Catalana, una competición con aire oficial que sirve para coser equipos y mantener el atractivo ganador. Si la ganas, sumas. Si la pierdes, puedes encontrar cualquier coartada. En el Reus, no.

Los chicos de Garcia asumieron la exigencia de la camiseta con una actuación solvente, ya con Casanovas y Marín, los internacionales en China, manos a la obra. El Vic, el rival esta vez, intentará sobrevivir en el campeonato con mucho menos talento. No ha escapado de los recortes veraniegos. La tesorería le obliga a retroceder.

El del Reus fue un éxito aseado, sin alardes, pero con presagios interesantes. Por ejemplo, que el método táctico de Garcia resulta menos improvisado que el de antaño, que por cierto también sirvió. Correr cuando se abren caminos, trabajar muchísimo los fondos e intensidad defensiva, a grandes rasgos, forman parte el plan. Luego, el mosaico de calidad individual que posee la plantilla abre un abanico de posibilidades.

Por ejemplo, en el tempranero 1-0 de Salvat, que se acostó susurrando al gol con tres aciertos, emergió la esencia de Álex Rodríguez, un exterior poderoso que precisa de espacio para cultivar su ramillete de virtudes. Se retrasó para recibir en propia pista y desafió al defensor con la diagonal. El primer paso que posee resulta diferencial, sobre todo si se perfila en la pala. Cuando venció al enemigo, alzó la vista y huyó del disparo. Sirvió al segundo poste. La acompañó Salvat.

El Reus inclinó el partido por desgaste. Generó situaciones con frecuencia, sobre todo inmerso en la inspiración de Torra, muy conectado. El de Tordera careció de lo que no acostumbra a carecer; del gol. Bancells y Casanova respondieron con vértigo al empate de Tirso. El Reus ya jerarquizaba el partido. El mérito de los rojinegros esquivó la complacencia. Trabajaron conscientes de que en la pre-época cada segundo vale oro, y más cuando apenas se ha presentado tiempo para ejercitar al completo de efectivos.

Cierto es que a Marín y Casanovas les vino bien el consumo de minutaje. Necesitaron su tiempo para hallar el lugar que les corresponde. Un lugar privilegiado dentro del equipo. Sólo habían completado una sesión.

La eficacia en el remate de Salvat y Marín completaron el primer show medio serio del campeón europeo, que además defiende status en el campeonato catalán. En Igualada, este fin de semana, le espera el primer desafío.

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