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La dura eliminación en cuartos de final de la Copa del Rey ante el Lleida ha provocado que esta última semana Jordi Garcia haya necesitado de un trabajo emocional extra para recuperar a sus jugadores de cara al regreso a la competición doméstica. Este se producirá mañana, cuando el Reus reciba en el Palau d'Esports al Girona, en un partido que se ha avanzado al viernes para no coincidir con la rúa de Carnaval. De hecho, todos los aficionados que acudan con un disfraz al Palau podrán optar a varios obsequios sorteados por el mismo Reus, como stick firmado por la plantilla.
Los rojinegros aspiran por lo menos a recuperar la tercera plaza del campeonato, ahora mismo en manos del Noia, aunque con los mismos puntos que los reusenses, 40. El gol average particular, eso sí, favorece al rival barcelonés. En todo caso, asegurar el puesto para participar en la próxima edición de la Liga Europea debe ser el foco de atención para el Reus, que vive una temporada en la que ha necesitado reconstruir todo su equipo, después de la marcha de jugadores importantes.
El Girona se encuentra en plena lucha por evitar el descenso directo. Con 17 puntos, los gerundenses se han salido de la zona conflictiva, aunque sólo disponen de un punto de margen sobre sus perseguidores más cercanos. Para el Girona, el partido de mañana también dispone de argumentos resultadistas importantes. No puede permitirse muchos despistes si quiere salvar la categoría.
El Reus sólo ha perdido dos partidos hasta el momento en el campeonato doméstico y los dos lejos de su pista. En casa no ha cedido ninguna derrota, aunque es el rey del empate en la OK Liga. Ya suma siete.
