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La relación del Reus Deportiu con los estamentos que ahora mismo dirigen el hockey nacional está totalmente distanciada. El mismo club de la calle Gaudí no ha escondido ese distanciamiento en el último año, donde ha roto su vinculación con la Federación Española y ha abandonado de la Asociación de clubs. Todas esas decisiones las ha tomado por discrepancias con los entes de organización que ahora mismo se encargan de dominar el hockey en el país.
El pasado mes de noviembre, la presidenta del club rojinegro, Mònica Balsells, emitía su decisión de abandonar la junta directiva de la Federación Española. En este caso en el cargo de vocal. Tanto Balsells como algunos dirigentes del Reus Deportiu, entre ellos el director deportivo Toni Sánchez, ya habían mostrado su total disconformidad con los arbitrajes que el equipo de hockey rojinegro estaba recibiendo en las distintas competiciones nacionales. De hecho, la misma Balsells, mediante sus redes sociales, fue motivo de polémica debido a las publicaciones que realizó denunciando esa cuestión.
En la final de la Supercopa de España entre el Barça y el Reus, con victoria rojinegra el pasado mes de septiembre, esas discrepancias entre la entidad y el sector arbitral quedaron refrendadas en reproches cara a cara entre Toni Sánchez y los responsables del colegio arbitral de la Federación justo después del partido, a pie de pista. A pesar de esa victoria, el Reus consideró que fue totalmente perjudicado durante la final ante los azulgranas.
El distanciamiento con la Federación Española se acentuó con el paso de los meses. Balsells presentó la dimisión en noviembre, aunque otras malas lenguas hablan sobre un acuerdo mutuo para que la presidenta del Reus dejara su puesto como vocal de la junta directiva federativa.
La decisión de la Federación y de la Asociación de clubs de suspender la OK Liga, debido a los efectos de la pandemia, y otorgar el título de campeón al Barcelona, allá por el mes de mayo, volvió a exhibir esa mala relación entre las partes. El Reus, mediante un comunicado oficial, expresó su disconformidad con las determinaciones federativas y aseguró que lo más justo, en estos casos de fuerza mayor, es dar por nula la temporada. No fue más que otro encontronazo de pareceres.
La Asociación de clubs
Otro punto de conflicto tiene que ver con la Asociación de Clubs, de la que el Reus ha decidido salir en las últimas semanas. Las discrepancias de criterio y de gestión han provocado ese distanciamiento, acentuado con la no participación rojinegra en la Lliga Catalana que se va a celebrar en dos fases. La primera, con la eliminatoria a doble partido de octavos de final, y posteriormente con una final a ocho para decretar el vencedor (31 de agosto al 5 de septiembre).
El Reus, que había quedado emparejado en octavos de final con el Calafell, alega motivos de logística provocados por la problemática que ha generado la pandemia. También asegura que desea preservar la salud de los jugadores. La decisión de no jugar la Lliga Catalana ha levantado sospechas en el mundo del hockey con respecto a la mala relación entre la entidad y los estamentos, también con la Asociación de clubs.
De momento, el Reus Deportiu no ha ofrecido ninguna versión formal sobre su distanciamiento con las organizaciones que ahora mismo mandan en el hockey nacional, aunque esa ruptura no le va a impedir competir en las competiciones oficiales como la OK Liga, la Copa del Rey y la Supercopa de España.
