El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
El Sant Pere i Sant Pau sufrió lo indecible para imponerse al Madrid en un titánico y épico partido a cinco sets. Fue uno de los duelos más emocionantes vistos esta temporada de Superliga 2 en Tarragona, en el que se medía el SPiSP, segundo, contra un Madrid que es tercero y que plantó cara hasta remontar, llevarse dos sets y solo claudicar en una quinta manga donde los rojillos estuvieron más inspirados, aunque incluso ese parcial fue equilibradísimo. Con 15-15, un punto de Elio Carrodeguas –autor de 19 en total, otra vez referencia en ataque–y un error del rival acabaron dando el set y el partido (17-15) a un conjunto tarraconense entregado a la heroica y espoleado por un público que vibró como nunca.
Antes de eso, hubo muchos partidos en uno. Funcionaron bien los de Vlado Stevovski en el primer parcial, en el que los locales fueron por delante desde el principio (8-5, 14-9), con solvencia y distancias amplias hasta el 25-19 final que ponía el 1-0 en el marcador. Pero el Madrid reaccionó en el segundo set y salió victorioso de un intercambio de golpes en el que brilló Lorenzo Blasi, máximo anotador. Los madrileños fueron abriendo brecha hasta el 21-25 final, que empataba el duelo (1-1).
Los visitantes aprovecharon esa inercia ganadora para llevarse la tercera manga y darle la vuelta al partido. El SPiSP completó un mal set, siempre por debajo (2-5, 10-17), sin carburar en ninguna de las facetas del juego ante un Madrid crecido que se llevó la manga con gran autoridad (17-25).
Le costó al SPiSP reponerse, ya que empezó el cuarto parcial por detrás (1-4, 2-6). Perdía el partido el Sant Pere hasta que apareció Ossola con tres puntos de saque y pasar del 15-17 al 19-17. Ya no perdió la renta un SPiSP que se aferró a ese empuje para ganar la manga (25-21) y forzar el desempate.
El quinto set fue apoteósico y tuvo también momentos para todos los gustos. El triunfo rojillo parecía claro con un 10-5 pero el Madrid remontó y se lo acabaron jugando en el máximo equilibrio (13-13, 15-15), donde solo los detalles le dieron al SPiSP una victoria de honor, sufrida y trabajadísima hasta la extenuación.
